Medirán la calidad del aire en Mendoza con un monitor hecho en el país

Es un desarrollo de la Universidad de Cuyo, hecho con hardware abierto y un costo mucho menor al de los equipos importados; la intención es crear una red de medición de la limpieza del aire.

¿Cuál es la calidad del aire que respiramos? En la Argentina, el equipamiento para monitorear la calidad del aire es muy costoso y no se produce localmente. Esto redunda en que las mediciones no se hayan podido extender mucho más allá de ciertas zonas de las grandes ciudades. Sin embargo, la disponibilidad de herramientas más accesibles como las plataformas de hardware abierto y los sensores de bajo costo baja la barrera de acceso al desarrollo de estos dispositivos.

En la Argentina existen estaciones de monitoreo de la calidad del aire en ciudades como Buenos Aires y Córdoba pero no hay una red operativa que provea datos de manera sistemática. Los monitores de referencia que se utilizan habitualmente son equipos que cuestan desde unos 20.000 dólares en adelante. Además, su operación y mantenimiento requiere conocimientos técnicos específicos.

El primer prototipo que hicieron en la Uncuyo podía medir ozono. Lo utilizaron como prueba de concepto y obtuvieron buenos resultados. El año pasado comenzaron a trabajar en el segundo prototipo, que combina un detector óptico de partículas y sensores de óxidos metálicos para monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y ozono. Es una adaptación de otros monitores de calidad del aire ciudadanos y abiertos y la electrónica de MACA está basada en una plataforma abierta: la placa Arduino Mega 2560.

El funcionamiento es sencillo. Los sensores se colocan en las zonas donde se pretende medir la presencia de los diferentes gases y los datos son enviados a una tarjeta de almacenamiento, aunque también tiene la capacidad de transmitirlos en tiempo real a través de la conexión Wi-Fi que poseen estos dispositivos.

Los sensores tienen la forma y el tamaño de un botón y poseen semiconductores sensibles a la presencia de los gases a monitorear. Castro explica que no son muy selectivos y pueden tener alguna interferencia, pero son muy económicos: cada uno cuesta cinco dólares, mientras que los que se usan en los equipos convencionales cuestan entre 100 y 150 dólares.

El desarrollo de los investigadores mendocinos podría costar entre 2000 y 3000 pesos. «El año que viene deberíamos tener un prototipo calibrado y funcionando para evaluar los últimos detalles y analizar si es necesario fabricar otro prototipo. Posteriormente, abriremos el desarrollo a quienes quieran participar del monitoreo y veremos si hay demandas para replicar la experiencia», dice el ingeniero.

Los investigadores pusieron el desarrollo a disposición de los ciudadanos a través de una wiki abierta, en la que se puede seguir paso a paso la fabricación del dispositivo y, una vez finalizado, posibilitará la intervención de quienes estén interesados en participar. En el sitio se encuentran los planos del proyecto, la lista de materiales, referencias bibliográficas y una plataforma para que quienes estén interesados en la iniciativa puedan realizar aportes.

Investigadores de la Universidad Nacional de Cuyo (Uncuyo) trabajan desde hace varios años en el desarrollo del Monitor Abierto de Calidad del Aire (MACA). Además de proporcionar una alternativa de bajo costo e inexistente en el país, el objetivo final del proyecto es conformar una red ciudadana de monitoreo ambiental en la ciudad de Mendoza. De esta manera, el dispositivo podría convertirse en una herramienta de gestión ambiental que permitirá obtener datos de manera participativa y a largo plazo.

Fuente: La Nación

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