Para el Vaticano, la decisión de Trump de abandonar el acuerdo de París «es un desastre»

El arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de Ciencias del Vaticano, cuestionó al presidente de EE.UU.

 

La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de abandonar el acuerdo de París «es un desastre, un gran mal y es irracional porque va en contra de lo que dice la ciencia». Lo afirmó hoy a LA NACION, el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de Ciencias y de Ciencias Sociales del Vaticano que, sin pelos en la lengua, también aseguró que «han prevalecido seguramente los que le han dado dinero, que son algunas compañías de petróleo».

 

«La decisión de Trump de retirarse del acuerdo de París significa un desastre para todo el globo porque Estados Unidos naturalmente tiene mucha importancia y es un país que muchos siguen. Es un desastre en sí mismo y es una cosa que va contra la encíclica Laudato Sí (LS), que el Papa le mostró al presidente [de EE.UU.] cuando estuvo aquí la semana pasada», lamentó Sánchez Sorondo, tras una consulta de este medio.

 

 

«El párrafo 23 de LS dice que la actividad humana que utiliza material fósil produce el cambio climático y el calentamiento global. Y la decisión de Trump es gravísima en sí misma porque otros países pueden querer copiar el egoísmo norteamericano y en definitiva hacer dinero estropeando el planeta, sin ninguna consideración del bien común y de las personas que sufren por consecuencia de todo esto», agregó.

 

Sánchez Sorondo, que en los últimos años reunió en la Academia Pontificia de Ciencias del Vaticano a expertos de todo el mundo para hablar sobre ambiente y cambio climático y que trabajó duro para impulsar la encíclica socio-ambiental de Francisco sobre el cuidado de la casa común, recordó que la LS cita a la comunidad científica. «Se ve que [Trump] entiende poco. Su decisión es un gran mal, irracional, porque va en contra de lo que dice la ciencia que es la que conoce cómo está el mundo», aseguró.

 

 

«Han prevalecido seguramente los que le han dado dinero, que son algunas compañías de petróleo».

 

Sánchez Sorondo -que contó que esta noche viajará a la Argentina para participar en Mendoza en un convenio sobre LS y luego pasará por Buenos Aires para un foro para la aplicación de esta encíclica en el Senado-, resaltó, por otra parte, que al tomar esta decisión Trump dividió a su propio equipo. «Ivanka, su hija, que representa la parte racional, es una mujer muy sensata, muy inteligente, ni siquiera ha estado cuando el padre anunció el tema», dijo.

 

«Pero han prevalecido seguramente los que le han dado dinero, que son algunas compañías de petróleo», acusó. «Hay, de todos modos, otras compañías de petróleo, como por ejemplo Exxon y otras, que no van a seguir lo que Trump dice porque se dan cuenta que están arruinando el mundo y que tienen que cambiar la forma de energía», aclaró.

 

Esperar y ver

 

Más allá del «desastre», Sánchez Sorondo destacó que no todo está perdido. Y que habrá que ver qué pasa de ahora en más.

 

«Del punto de vista práctico hay que ver cómo se concreta la retirada porque tampoco es tan fácil retirarse de un acuerdo internacional. Al presidente Trump le quedan tres años y poco más y puede ser que en esos tres años no logre retirarse y que el nuevo presidente reafirme el acuerdo», dijo. Destacó, por otro lado, la reacción negativa que ha habido en todo el mundo ante la decisión del magnate e incluso en Estados Unidos. «Todos los comentarios, empezando por el de Barak Obama dicen que él se ha puesto, con los otros dos países que no han firmado, contra el futuro y creo que está muy bien dicho», afirmó.

 

-El acuerdo de París es un acuerdo en el que los países se comprometen, pero no hay obligación. Si un Estado se va, no destruye el acuerdo…

 

-Claro, más allá del acuerdo, cada país debe tener una aplicación y no es fácil decir que «no» completamente. Por eso creo que en el orden práctico necesitamos esperar y ver cuáles serán las consecuencias reales. Creo que es terrible, como signo de dirección, pero en la práctica hay que ver. Porque, además, al final de la conferencia Trump dijo que iban a necesitar alcanzar un nuevo acuerdo, pero inmediatamente Macron (Emmanuel, el presidente francés) aclaró que no, que no va a haber ningún nuevo acuerdo. Los demás países están completamente detrás de esta posición y creo que es muy importante. Además, en Estados Unidos hay gobernadores, como Gerry Brown, de California, que muy valientemente dijo que necesitaban seguir los acuerdos de París y hay otros gobernadores que piensan lo mismo. Es decir, no es fácil saber hoy cuáles serán las consecuencias concretas.

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