Con políticas de lucha contra el cambio climático se podría impulsar crecimiento al 2050

Según un documento de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) sobre “Invertir en clima, invertir en crecimiento”, se calcula que las políticas de lucha contra el cambio climático podrían elevar el PIB de los países del G20 un 2,8 % de media para 2050 respecto a un escenario sin esas políticas. La propuesta se basa en una política fiscal fuerte e inversiones en infraestructuras limpias para alinear ambos objetivos.

 

La lucha contra el cambio climático, con las reformas adecuadas, puede impulsar el crecimiento económico, asegura el estudio de la OCDE presentado en Berlín el martes. El documento, “Invertir en clima, invertir en crecimiento”, estima que la combinación adecuada de políticas podrían elevar el producto interior bruto (PIB) de los países del G20 un 2,8 % de media para 2050 por encima de un escenario continuista (un 5 % si se tienen en cuenta también los efectos positivos de evitar el calentamiento global).

 

“No es que no interfieran, es que lo uno refuerza lo otro”, aseguró José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE al presentar este informe en el marco del Diálogo del Clima de Petersberg, una iniciativa del Gobierno alemán que se celebró esta semana en Berlín.

 

“Invirtiendo en crecimiento podemos cumplir con los compromisos para atajar el cambio climático. Y cumpliendo los compromisos acordados en la lucha contra el cambio climático promovemos el crecimiento. Esto es lo fundamental”, explicó Gurría, quien consideró que “no hay otro camino que el desarrollo ecológico”.

 

Los beneficios superan la inversión

 

Esto no significa que la transición hacia una economía baja en emisiones contaminantes no tenga un coste que perjudique a ciertos sectores económicos, ciertas regiones, o determinados empleos, agregó el secretario general de la OCDE, pero, según sus cálculos, los beneficios superan a la inversión.

 

“Hay un coste por salvar el planeta. Pero el resultado neto es positivo. Es posible lograr un crecimiento positivo y cumplir con el Acuerdo de París” contra el cambio climático, aseguró.

 

Según el estudio publicado por el sitio español EFE Verde, con las políticas e incentivos adecuados, “principalmente reformas fiscales y estructurales sólidas combinadas con una política climática coherente”, los gobiernos “pueden general crecimiento que reducirá de forma significativa los riesgos del cambio climático, a la vez que se logran beneficios en términos de crecimiento a corto plazo, empleo y salud”.

 

Para la OCDE, un “factor crítico” en este ámbito es la inversión en “infraestructura moderna, inteligente y limpia en la próxima década”.

 

Pasos a seguir

El informe argumenta que si a los 6,3 billones de dólares que se deben invertir anualmente en el mundo en infraestructuras de aquí a 2030 se le añaden 0,6 billones anuales (un 9,5 % más) para que éstas no dañen el clima, “la inversión adicional será seguramente contrarrestada a lo largo del tiempo gracias al resultante ahorro en combustible“.

La financiación de esta apuesta ecológica es también un “factor esencial”, apunta el documento, que sugiere que las instituciones financieras nacionales públicas, así como las multilaterales, lideren la transición con todos los recursos e instrumentos a su disposición.

A la banca privada, por su parte, la OCDE le insta a participar en la financiación de la infraestructura ecológica, así como a “valorar correctamente” los riesgos ligados al calentamiento global.

 

El estudio aboga, asimismo, para “alinear” los incentivos con el objetivo final de generar un crecimiento económico sostenible en términos medioambientales, eliminando los subsidios a los carburantes e imponiendo impuestos a las emisiones de los gases como el CO2 que contribuyen al calentamiento global.

 

Gurría habló de fijar un “gran impuesto” al CO2 en lugar de mercados de emisiones como los que ha puesto en marcha la UE.

 

 

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