Urquiza, historia de una traición

La historia de Justo José de Urquiza es la historia de la patria misma. Es que el protagonista fue tan grande y contradictorio que, en el marco de un debate irresuelto aún en la historiografía nacional, su ubicación en el pasado no podría arrojar otro saldo que el de la polémica. Quizás sea por eso que Urquiza ameritaba una biografía que lo profundizara, pese a que nadie se atrevía a hacerlo. Por lo menos hasta hoy, momento en el que Hernán Brienza publicó, bajo el sello de Aguilar, “Urquiza, el salvaje”.
Fiel a su estilo de gran ensayista y astuto provocador, Brienza inscribió una bajada que es toda una definición del personaje y su trayectoria: “El traidor que constituyó una nación”. Y es que Urquiza fue ambas, en porciones indeterminadas, pero igual de influyentes para la construcción de una memoria historiográfica que, es probable, nunca fue del todo justa con él. Y esto no porque Urquiza no haya sido un traidor para las mayorías federales del interior del país o un constructor de la constitucionalidad de la Argentina para los liberales, sino porque ninguno de ellos encontró la empatía justa hacia Don Justo.
En “Urquiza, el salvaje”, se abordan las tras traiciones del entrerriano. La primera al enfrentar a Juan Manuel de Rosas en la batalla de Caseros, en 1852. La segunda, al replegarse durante la batalla de Pavón, en 1861. Y la última, la madre de todas las traiciones, durante la guerra regional entre los sectores federales en solidaridad con el Paraguay, que era atacado por los miembros de la Triple Alianza integrada por colorados uruguayos, liberales porteños y esclavistas brasileños. Esa es una parte de la historia. Una historia “objetiva”, podríamos decir. Pero cada uno de esos pasos tienen una lógica, que es lo que Brienza procura desentrañar en su obra.
Esa lógica (si es que la traición puede tener alguna lógica), se vincula con la vocación de unidad nacional que pregona Urquiza. Él, como ningún otro político del siglo XIX en la Argentina, procura la unidad. Pero no una unidad a palos, a los Rosas o Mitre, sino una unidad efectiva en el que la convivencia política no se resuelva por el camino de las armas, sino merced a un orden constitucional que él mismo ha gestado con la Constitución de 1853.
Brienza, autor, entre otros, del célebre “El loco Dorrego”, nos invita a repensar a Urquiza, a dimensionar su proyecto de Nación e, incluso, a cuestionarlo desde su flaqueza moral. El mérito del autor, en consecuencia, es despertar en el lector aquellas inquietudes que lo llevaron a él mismo a indagar a esta figura clave de nuestro pasado. Digamos, como conclusión, que aquella búsqueda de la unidad propiciada por Urquiza es la que lo llevó a la traición. Por lo tanto, es dable preguntarse si no resulta inevitable traicionar ciertos principios cuando de lograr una unidad uniforme se trata. Da para pensarlo. Y si nos quedamos pensando, es porque “Urquiza, el salvaje” ha cumplido su misión.
En Radio Libertad, dialogamos con Hernán Brienza.
Ficha técnica:
Título: Urquiza, el salvaje
Autor: Hernán Brienza
Sello: AGUILAR
Precio: $ 329
Fecha publicación: 04/2017
Formato: rústica
Páginas: 336
Medidas: 15,5 X 23 mm
ISBN: 9789877351576
Temáticas: Historias y biografías

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas