Datos duros de inflación. Habemus INDEC. ¿Cómo cerraremos mayo?

 

¿Alguien vio venir la inflación de abril? Los titulares de los diarios de los días anteriores estaban todos a contramano de lo que sucedió. Publicaban pronósticos en torno al 2 por ciento, cuando el IPC terminó sorprendiendo a todos con un 2,6%. Estaban todos mirando el canal equivocado. Hasta (pienso) las autoridades monetarias que habían anticipado un trimestre duro en materia inflacionaria no se imaginaban ese 2,6%.

 

Cae de maduro ahora que las medidas que se tomaron hace unas cuantas semanas atrás (alza de tasas), parecen sensatas porque significan que se monitorea el tema, se está encima y se reconoce el problema y se busca solucionarlo.

 

Desagregando y despejando un poco las cosas, parece que es un “pico de tensión”, con alta influencia de lácteos y carnes, que explicaron más de un tercio de la suba. No nos olvidemos que el dólar planchado contribuye mucho a que los índices no sean peores.

Lo que se rescata es el trabajo del INDEC: informó más inflación que el Índice del Congreso. Habemus Indec, gracias Licenciado Todesca.

 

¿Y cómo viene mayo? ¿Qué hará Arnold (Federico Sturzenegger)? Si en marzo la inflación fue del 2,4% y llevó la tasa de referencia al 26,2%. ¿Qué hará ahora que es del 2,6%? En su informe, antes que se difundiera el índice, desde el Banco Central de la República Argentina se dijo: “En mayo la economía retoma el proceso de desinflación”. Los datos de abril le abren la puerta a una nueva suba de tasas, pero personalmente creo que el trabajo ya está hecho, que no deberían exagerar tanto, no tensar más la cuerda: excepto nuevos datos y que vean que sigue subiendo. Y el ajuste de tarifas ya terminó, lo que queda por hacer vendrá después de octubre. Lo que se mueva debería ser por el lado de los precios no regulados. En el Gobierno hicieron mutis, excepto Caputo, que dijo algo que es cierto: “Lo importante no es la meta del BCRA sino que baje la inflación”. Le tiró una soga a “Arnold”, sacándole presión. Alma de trader tiene: “Al mercado no le interesa”.

 

Conociendo el paño, al mercado lo único que le interesa es si con ese dato compra bonos indexados u otra cosa. Pero si alguien espera que el Banco Central cambie su meta, se equivoca y mucho: con las metas se pelea contra la nominalidad de la economía y contra las expectativas. Brasil trabaja con metas de inflación, desde hace casi 20 años. Esa política trascendió gobiernos y solamente en tres años cumplió la meta, pero no la abandona aunque la incumpla: y le ha servido.

 

¿Cómo ve el Gobierno el tema económico? Piensan que la inflación cae, concluido el tarifazo, que la economía seguirá mejorando haciéndose más evidente en el segundo semestre, que las obras públicas van a impactar positivamente.

 

Tremenda la suscripción de títulos públicos dolarizados de la semana, superan todas las previsiones. Vía blanqueo, los dólares enmohecidos y escondidos, se presentan blancos y radiantes a las suscripciones y se llevan todo por delante y muchos quedan afuera. Esto no se veía con anterioridad en Argentina, casi 3.000 millones de dólares emitidos con legislación argentina. Y lo mismo sucedió hace 15 días. Ya hay bonos para todos los gustos y de todos los colores, las curvas de rendimientos de la Argentina al tope de los países emergentes.

 

Para el final, dos temas: a) Cambalache argentino del 2 x 1: Dan pena, desde que en el 2013 ocurrió lo mismo y nadie dijo nada. Nos quedamos con la explicación de Eugenio Zaffaroni, que dijo que pudo haberse equivocado, al fin una explicación humana. b) Comenzaron las encuestas y se viene la guerra. Pero ojo, observen al Gobierno: Si luce calmo y tranquilo es porque los números le dan bien. Y como venimos diciendo, si busca polarizar es porque, más allá de las dificultades del día a día, nadie quiere volver atrás y encontrarse con Moreno en el supermercado.

 

Hasta la próxima!

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