«Me empezó a acosar por Facebook y ahora tengo miedo de salir a la calle»

Agustina, de 18 años, recibió insultos, amenazas y fotos obscenas de un hombre que comenzó a seguirla por las redes sociales y llegó hasta la puerta de su colegio. El temor y pánico de una adolescente que debió abandonar su vida social.

Son los ojos tristes de una mujer que sufre como una niña. La voz entrecortada de una adolescente que rompió el silencio para hablar despacio, sin prisa. El rumbo incierto de la vida. La plena felicidad, el disfrute de los amigos, las noches en el boliche. Las rutinas que ya no correrán. Un antes, varios mensajes, y un después. Nada volverá a ser lo mismo en la vida de Agostina Gorosito, de 18 años, que aún llora por las noches mientras lucha por quedarse dormida. Solo allí su vida se tranquiliza.

El 2 de mayo comenzó el calvario. Una serie de saludos que ella no respondió y el desenlace menos esperado. Ante la negativa constante de Agustina, un hombre que se hace llamar Javier Quintana (tiene múltiples cuentas) comenzó a acosarla por Facebook. Dejando comentarios estremecedores, acusando el comportamiento de muchas mujeres que él considera irrespetuoso y equivocado.

«Ese día empezó a insultarme porque no contestaba los mensajes y entonces publiqué esa conversación, con sus insultos. La gente no estaba de acuerdo con sus pensamientos, le empezaron a decir groserías y él comenzó a amenazarme para que borre todo por el acoso que estaba sufriendo. En ese momento me habló por WhatsApp (calculo que lo debe haber sacado de mi Facebook) y con amenazas e insultos», dijo a Infobae.

Agustina agregó: «Luego vinieron las fotos obscenas. Lo bloqueo y al rato me manda desde otro número de celular algunos audios con amenazas, en donde decía que si no borraba las publicaciones en Facebook iba a mandarme 20 mil hombres para que me manden mensajes. Y lo hizo. Publicó mi teléfono en una página pornográfica, donde me empezaron a hablar muchos hombres para contactarse conmigo».

La pesadilla no terminó allí. Agustina fue junto a su familia a realizar la denuncia a la Fiscalía N° 8 de Florencio Varela, en donde le concedieron un botón anti pánico, pero le dijeron que no podían hacer más nada. «Solo que esto es acoso y que tengo que tener cuidado, porque ese mismo día que hice la denuncia este hombre se apareció en el colegio. Yo no lo vi, pero sí mis compañeras que se asustaron mucho, porque a pesar de que me acosaba a mí es un peligro para todos».

Agustina no sale de su casa para otra cosa que no sea ir al colegio. Ya no va al gimnasio, no camina unas pocas cuadras para comprar un chocolate en el kiosco ni se anima a viajar en colectivo. La idea de salir a bailar junto a sus amigos desapareció por completo. Un auto la pasa a buscar para ir a la escuela y luego la espera para llevarla nuevamente a su casa. «Nos turnamos con mi mujer para acompañarla y que no tenga que ir o volver sola», dice Claudio, su padre.

«Sinceramente tengo miedo, horror, pánico de salir a calle. Este hombre también acosó a mis primas, pero se ensañó conmigo porque yo lo hice público. Decidí publicarlo por coraje, para alertar a otras chicas que luego me comentaron sobre el accionar de este hombre. Cuando me enteré de eso el miedo fue mucho más grande. También para que le vean la cara, porque si puede hacerlo a través de las redes sociales lo hará en persona».

El supuesto acosador de Agustina no permitió la falta de respuesta ante sus reiteradas conversaciones iniciadas y no correspondidas. Creer que por el simple hecho de pertenecer a una red social en un mismo espacio vale todo. «Hasta que no lo agarren no voy a estar tranquila. Probablemente vuelva a salir a la calle o salga a bailar, pero el miedo va a persistir siempre», sostuvo la joven.

Luego de que Agustina publicara la denuncia en su página de Facebook, el hombre decidió volver a contactarla. Primero, con varios llamados telefónicos a las 7 de la mañana que ella no contestó. Luego, a través de un mensaje de texto, en donde le pedía disculpas y suplicaba la posibilidad de hablar a través de WhatsApp para aclarar lo sucedido.

No me esperaba tanto apoyo de mujeres y hombres. Sí me sorprendió que me han mandado mensajes insultándome, en donde llegaron a decirme: ‘¿por qué no te violó así te callás?’. No lo podía creer. No es la ropa o si salís a bailar el problema, son las personas. Este hombre se hizo tantas cuentas falsas que hasta desconfío de todos los que intentan agregarme o me mandan solicitud», explicó Agustina.

«¿Qué le diría a las demás chicas? Que cuiden su información. Si a alguien más le pasa, ellas no son culpables. Ni por subir una foto ni por la ropa que usan. La culpa es de la persona que la acosa», concluyó.

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