¿Cómo preparar las pizzas del fin de semana de manera saludable?

La pizza es, sin dudas, uno de los menús más elegidos por la mayoría de nosotros para una noche de viernes o sábado, una cena con amigos o familiares, un festejo, o, simplemente, porque es una preparación fácil, rápida y, sobre todo, sabrosa. Pero, no obstante, a estas cualidades, también es cierto que se le adjudica la característica de ser un alimento poco saludable, “chatarra”, rico en grasas y harinas, entre otros.

¿Realmente es una comida chatarra? En realidad, para responder a esta pregunta, nos debemos hacer otra, ¿Cómo es la pizza que consumimos? Simplemente, porque puede ser una preparación poco saludable o muy nutritiva dependiendo de los ingredientes que tenga, si es casera o la compramos hecha, y, obviamente la frecuencia y cantidad que comamos.

Hoy les doy algunos tips para preparar pizzas saludables y ricas:

  • Realizar la masa casera: al hacerlo, podemos incorporar harina integral o salvado de trigo y/o avena y semillas, para aportar fibras a la masa, lo cual está ausente en una masa de pizza tradicional.
  • Probar otras opciones de “base” para la pizza: se puede realizar masas o “bases” con vegetales como calabaza, zanahoria, espinaca o acelga procesados (hojas y pencas), legumbres, etc.
  • Realizar salsas caseras, utilizando verduras frescas como tomates, cebolla, morrón, etc. es importante no fritar las verduras, sino cocinarlas en un poco de agua y aprovechar su propio jugo.
  • Elegir quesos de menor tenor graso, como muzzarella o port salut light. Especialmente para quienes estén en plan de descenso de peso, o bien, necesitan disminuir las grasas saturadas por tener valores de colesterol elevado, problemas cardiovasculares, hipertensión, etc.
  • Agregar vegetales a la cobertura: en realidad podemos incorporar todo tipo de verduras a una pizza, básicamente depende del gusto o preferencia. Por ejemplo, morrones, choclo, zapallito cortado en tiras o rallado, zanahoria rallada, rucula, espinaca, berenjena, palmitos, cebolla en aros o juliana, brócoli, coliflor, champiñones, etc.
  • Reemplazar embutidos por carnes magras desmenuzadas, como pollo, atún, caballa, etc. o huevo, preferentemente utilizando la clara.

Las opciones son muchas, todo depende de nuestro gusto y aceptación, como también de la predisposición a probar nuevas combinaciones de sabores, lo cual nos brindará múltiples beneficios para la salud. Con estos tips, estamos mejorando la calidad nutricional de las pizzas, aumentando su contenido en fibras, vitaminas y minerales, disminuyendo la cantidad de grasas saturadas, colesterol, harinas refinadas y, por lo tanto, obtenemos un menú con menor aporte de calorías, de sodio y que brindará mayor saciedad.  Recordemos que con pequeños cambios, día a día, podemos lograr mejorar nuestra alimentación y, con ello, nuestra calidad de vida.

Por la licenciada Romina Krauss – M.P. N° 147

 

 

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