Estudiantes se quedó con el clásico de La Plata y estiró su racha

Con un solitario gol de Israel Damonte, los dirigidos por Nelson Vivas llegaron a once partidos sin conocer la derrota en el torneo de Primera División.

El clásico de La Plata se mudó a Quilmes pero eso no le importó a Estudiantes, que estiró su supremacía sobre Gimnasia. El equipo de Nelson Vivas se impuso 1-0, por el gol de Israel Damonte, y llegó a los 11 partidos sin perder. La ventaja es aún mayor como local, ya que esta tarde llegó a los 13 encuentros sin registrar derrotas. Además, el triunfo le permitió al Pincha subir en la tabla y, con 44 puntos, quedar a cinco de Boca, que juega el domingo el Superclásico.

Estudiantes se aprovechó de la mezquindad de Gimnasia, que se acordó muy tarde de jugar. Con esa experiencia, y la juventud de jugadores como Solari, Estudiantes armó un monólogo. En el primer cuarto de hora, nada más, generó cuatro situaciones claras de gol. Al minuto, Facundo Sánchez sorprendió con un remate pegado al poste. Luego, Gimnasia se cargó de faltas y motivó los tiros libres ejecutados por Dubarbier y Solari -que salió pegado al palo izquierdo del arquero Alexis Arias-. Las otra ocasión, también desde la pelota parada, terminó en un remate de Viatri al capturar un rebote.

Al partido solo le faltaba el gol y si alguno de los dos equipos había hecho méritos suficientes ese había sido Estudiantes. A los 25 minutos, Dubarbier envió un centro perfecto que Damonte impactó con su cabeza para anotar el 1-0 y poner en ventaja al equipo de Vivas, que -después del episodio con su camisa- se puso una pechera violeta encima.

El gol hizo reaccionar a Gimnasia, que inmediatamente después se acercó al arco de Andújar, ese al que no había inquietado hasta ese momento. El equipo de Alfaro se metió en el partido e Iván Ramírez, a los 28, sacó un remate que se fue cerca del travesaño, en el que fue un aviso de los triperos. Poco después fue Aleman el que avisó con un tiro libre que requirió la precisa intervención del arquero pincha.

Lejos de ese juego mezquino planteado en la primera mitad, Gimnasia se adelantó y empezó a generar situaciones dignas del empate. A los 7 minutos, quizás, tuvo la oportunidad más clara en una pelota parada que ejecutó Aleman. Tras varios rebotes, y diversos intentos por derrumbar el cero del arco de Andújar, la jugada no terminó en gol de milagro.

La intensidad de Gimnasia bajó cuando, a los 13 minutos, su mejor hombre en ataque, Aleman, se torció el tobillo. Aunque siguió en la cancha, Estudiantes aprovechó esa molestia para volver a afianzarse en la cancha. Cascini, antes de ser reemplazado, probó con un remate desviado. A los 25, el segundo estuvo aún más cerca pero Oreja se interpuso entre el centro de Facundo Sánchez y el tiro de Juan Cavallaro a un arco desprotegido por el intento de Arias de cortar la jugada.

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