Ni olvido ni perdón: Las Abuelas de Plaza de Mayo rechazan la idea de “reconciliación” con los genocidas

Las abuelas manifestaron su “profunda” preocupación por la iniciativa que impulsa la Conferencia Episcopal Argentina con la idea de “reconciliación” entre víctimas y victimarios del terrorismo de Estado. “No hay diálogo posible. Seguiremos luchando hasta que el último de los responsables sea juzgado y condenado, hasta que aparezcan los restos de todos nuestros hijos e hijas desaparecidos, hasta que el último nieto apropiado recupere su verdadera identidad. Porque no hay amor en la mentira; no hay reconciliación sin arrepentimiento; no hay perdón sin justicia”.

 

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Monseñor José María Arancedo, anunció que en su asamblea plenaria recibirá a familiares de desaparecidos y de represores para iniciar “un itinerario de trabajo sobre el tema de la reconciliación en el marco de la cultura del encuentro”.

 

Ante esta información, se expresaron las Abuelas de Plaza de Mayo y sostienen que “no hay diálogo posible con quienes secuestraron, torturaron y desaparecieron a nuestros hijos e hijas; con quienes niegan información sobre su destino final; con quienes saben dónde están los más de 300 nietos y nietas que aún son esclavos de la mentira y, a 40 años de su apropiación, continúan viviendo bajo una identidad falsa”.

 

Aseveraron en el comunicado que “una parte de la Iglesia fue cómplice de las desapariciones; con doble moral avaló las torturas y omitió información para el encuentro de nuestros hijos. A través del Movimiento Familiar Cristiano se blanquearon como “adopciones” lo que en realidad fueron apropiaciones de, al menos, dos de nuestras nietas”.

 

Por otra parte, agregaron que en abril de 2015, luego de la visita de Estela de Carlotto al Vaticano, el Papa Francisco ordenó la apertura de los archivos secretos de la Iglesia Católica: unas 3000 cartas y documentos que se conservan en el Episcopado, en la Nunciatura Apostólica y en la Santa Sede, con pedidos que llegaron a la Iglesia para conocer el paradero de detenidos y desaparecidos y reclamar gestiones ante las autoridades.

 

“Pese a que trascendió que durante esta Asamblea de la CEA se dará a conocer el protocolo para acceder a estos documentos, la información indica que solo podrán solicitarlos las víctimas y familiares o los jueces y fiscales que los requieran durante la instrucción de las causas por delitos de lesa humanidad. En este sentido, esperamos que se revea esta decisión que restringe el acceso a documentos que desde hace 40 años venimos reclamando”, reclamaron.

 

Finalmente, ante la propuesta de “reconciliación” las Abuelas de Plaza de Mayo reafirmaron: “seguiremos luchando hasta que el último de los responsables sea juzgado y condenado, hasta que aparezcan los restos de todos nuestros hijos e hijas desaparecidos, hasta que el último nieto apropiado recupere su verdadera identidad. Porque no hay amor en la mentira; no hay reconciliación sin arrepentimiento; no hay perdón sin justicia”.

 

Finalmente, hicieron un llamado a todos los feligreses “a romper el silencio, a no ser cómplices de la apropiación y a acercar información que nos permita encontrar a nuestros nietos y nietas robados hace ya 40 años”, concluyeron.

 

Carlotto: «Estoy indignada y sorprendida»

 

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo se refirió en TELAM  a la decisión de la Corte Suprema de Justicia que, por mayoría, declaró aplicable el cómputo del 2×1 para el caso de un condenado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.

Anticipó que la entidad hará una «feroz denuncia» a nivel internacional «contra la Justicia argentina» a raíz del fallo dictado por la Corte Suprema de Justicia que consideró aplicable el beneficio del 2×1 para un represor, decisión a la que consideró «abominable».

«Vamos a hacer una denuncia feroz contra la Justicia argentina», aseveró Estela de Carlotto en declaraciones formuladas a la radio AM750, a poco de conocido el fallo mayoritario del máximo tribunal.

Allí, señaló que «hay un pueblo que tiene que salir a denunciar esto a nivel internacional» y remarcó que «esto se tiene que saber y saber qué piensa la Organización de Naciones Unidas (OEA) y los organismos serios y responsables».

«Si vivimos bajo presiones para mantener el estatus, que se pongan un kiosco y que vendan golosinas porque esto es una estafa a la moral», aseveró la referente de derechos humanos.

 

PE

 

 

 

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