¿Por qué las grasas saturadas son malas para la salud?

En los últimos años se ha escuchado a médicos, especialistas cardiólogos, nutricionistas y demás, advertir sobre el daño que provocan las grasas saturadas de la alimentación, principalmente a la salud cardiovascular. Pero, ¿qué son las grasas saturadas y cuáles son los efectos que las mismas ejercen en nuestro organismo?

En principio, los ácidos grasos saturados son compuestos provenientes de los alimentos de origen animal, como las carnes, embutidos, yema de huevo, leche y sus derivados; no obstante, también están presentes, excepcionalmente en algunos vegetales, como el aceite de palma y el de coco. Las grasas saturadas son sólidas a temperatura ambiente, y pueden ser visibles (como la que se encuentra en la piel del pollo o alrededor de otras carnes, así como la grasa de la leche, o la manteca, crema de leche), o invisible (contenidas de forma natural dentro de los alimentos o añadida durante su procesado).

Los efectos que provocan las grasas saturadas son principalmente alteraciones en los lípidos sanguíneos, aumentando el colesterol total y LDL, conocido como “colesterol malo”, y a su vez, disminuye las fracciones de HDL, conocido como “colesterol bueno”. El exceso de colesterol malo produce lo que se llama “placa de ateroma”, que son lesiones en la pared vascular que, como consecuencia, reduce el diámetro de la arteria, obstaculizando el pasaje de sangre. De allí que la definición de ateroma podría resumirse como una placa de células muertas y colesterol en la pared arterial que bloquea el flujo sanguíneo.

Por lo tanto, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades y problemas cardiovasculares, como ateroesclerosis, accidentes cerebrovasculares (ACV) o ataques cardíacos.

¿Cómo evitar consumir grasas saturadas?

  • Priorizar el consumo de carnes blancas como pescado y pollo, disminuyendo la frecuencia de consumo de carnes rojas en general. No se debe eliminarla, simplemente lograr una distribución en la semana, a fin de no abusar de ninguna.
  • Preferir lácteos descremados: leche, yogur, chocolatada, etc.
  • Preferir quesos de pasta blanda, y disminuir los de pasta dura, ya que estos últimos contienen mayor contenido de grasas saturadas.
  • Disminuir el consumo de embutidos, preferir carnes y vegetales para sándwiches.
  • Evitar el consumo de manteca, crema de leche común, grasa de vaca o cerdo.
  • Aumentar alimentos fuentes de grasa insaturada (grasa buena): elija frutos secos como nueces, almendras, castañas, avellanas. Pescados. Aceite de oliva y/o canola, fundamentalmente crudos. Palta. Aceitunas. Semillas: chía, lino, calabaza, sésamo, girasol, etc.

Recordemos que las cifras de enfermedades cardiacas en Argentina van en aumento, y la mayoría de ellas son prevenibles, mediante un estilo de vida más saludable, lo cual implica mejorar la calidad de nuestra alimentación, controlar el estrés y realizar actividad física regular, al menos 3 veces por semana, según aptitud física individual.

Por la licenciada Romina Krauss – M.P. N° 147

 

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