Las desventajas de la moda de consumir solo frutas y verduras en jugos

Actualmente están en auge varias “modas” respecto a la nutrición, que surgen principalmente en el “mundo fit o fitness”, sin una base científica que avale estos lineamientos de regímenes alimentarios particulares y no personalizados, ya que son, por lo general, “dietas” altas en proteínas, sin hidratos de carbono, sin gluten, y algunas que fomentan el alto consumo de jugos, llamados “détox”, a partir de frutas y verduras. Pero, lo grave de esto es que pueden tener efectos contraproducentes para nuestra salud debido a que nuestro organismo necesita de una alimentación variada en cuanto a nutrientes, y equilibrada en cantidades de los mismos, lo cual, claramente no se cumple en estas modas actuales.

Los regímenes a base de jugos podrían mejorar la absorción de algunos nutrientes de vegetales, pero también dejan fuera una gran cantidad de fibra y nutrientes presentes en las frutas y las verduras enteras. Exprimir las frutas o verduras frescas hace que se extraiga su jugo, lo que produce un líquido que contiene vitaminas, minerales y azúcares. Pero las frutas y las verduras enteras tienen una fibra valiosa que se elimina en la mayoría de los jugos.

Las personas que toman jugos tienden a beber calorías más concentradas sin sentirse “llenos”, debido a que está demostrado que el acto de masticar favorece la sensación de saciedad, y obviamente el contenido de fibras, que ocupa espacio en el estómago, brinda saciedad por horas, promueve el tránsito intestinal, ayuda a reducir los niveles de colesterol total y contribuye a disminuir la glucemia, efecto totalmente contrario al de un jugo de frutas, por ejemplo.

Cabe destacar, que el objetivo de esta nota no es “demonizar” o promover el NO consumo de jugos, sino, concientizar sobre los efectos de los alimentos en el organismo según la forma en la que los consumimos. Obviamente, se pueden incluir jugos naturales a nuestra alimentación cotidiana, pero, no como única forma de consumir frutas y verduras. Todo exceso es perjudicial, por eso decimos que no hay alimentos buenos o malos, sino que el beneficio o daño se produce de acuerdo a nuestros hábitos y la cantidad y forma en la que comemos cada uno de ellos.

Tengamos precaución ante la aparición de modas de alimentación o dietas que surgen de personas o grupos que no son profesionales especializados en nutrición, la salud es lo principal, y muchas veces por desesperación, estética o simplemente el efecto de la moda, actuamos impulsivamente, sin pensar en los efectos adversos.

Por la licenciada Romina Krauss – M.P. N° 147

 

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