“La coparticipación federal es la muerte del sistema federal” sostuvo el constitucionalista Alberto Bianchi

Con un fuerte tono federalista y el pedido de una “remozada importante” a los procedimientos de la Justicia, el abogado constitucionalista Alberto Bianchi afirmó que “fue un error constitucionalizar la coparticipación. La coparticipación federal es la muerte del sistema federal”.

En una entrevista exclusiva con Misionesonline, el miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires consideró que “el federalismo en la Argentina es una expresión romántica, le faltan muchas concreciones”.Agregó que la propia constitución nacional “ha desfederalizado” a la Argentina, entre otras cosas por las atribuciones dadas al Congreso de la Nación para el dictado de ciertas normas.

El doctor en Derechodisertará hoy en las “Jornadas de Actualización en Procesos Constitucionales y Derechos Humanos”, promovidas por la Cámara de Representantes, el Centro de Capacitación y Gestión Judicial “Dr. Mario Dei Castelli”, el Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Gobierno, el Consejo de la Magistratura y el Colegio de Abogados. También participan los profesionales Santiago Castro Videla y Jimena Rojas, por el Jurado de Enjuiciamiento, quienes lo acompañaron durante la entrevista.

Entre otros temas analizó la cuestión de la excarcelación de los condenados por delitos graves y consideró que la Corte Suprema de Justicia salió a “marcar la cancha” ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El máximo tribunal argentino, en el caso “Jorge Fontevecchia” afirmó que esta no puede revocar una sentencia dictada por la Corte Suprema argentina.

“El procedimiento judicial es más para el siglo pasado que para este siglo” señaló además al referirse a la lentitud judicial, basada más en los escritos que en más agiles procedimientos orales. (Ver título: Una remozada importante para la Justicia).

Por provenir de una personalidad con su calidad de constitucionalista, sobresalió el concepto de Bianchi sobre la coparticipación, el federalismo y la relación entre el poder ejecutivo nacional y las provincias. También se refirió al caso de Milagro Sala y, aunque señaló que no conocía en profundidad el tema, consideró justificado desde el punto de vista jurídico la decisión de los jueces de mantener su prisión preventiva.

  • La que no se puso nunca en marcha fue la reforma de la Constitución del ‘94 en cuanto a una nueva ley de coparticipación para las provincias y Misiones sufre las consecuencias.

No me cabe la menor duda que Misiones sufre las consecuencias. ¿Qué deberán hacer las provincias? Bueno, barajar y dar de vuelta porque lo que se aplique será una ley de los años 80. Es una sábana corta porque lo que sobra a uno le falta a otro y nadie quiere resignar su  cuota. Pero yo creo que fue un error constitucionalizar la coparticipación federal. La coparticipación federal es la muerte del sistema federal. Yo nunca hubiera constitucionalizado la coparticipación.

(Los que acompañan al disertante Alberto Bianchi en la foto, son los doctores Jimena Rojas, del Jurado de Enjuiciamiento de Misiones, y Santiago Castro Videla)

Recordó luego que la coparticipación surgió hace 80 año “porque el gobierno federal, un buen día, decidió comenzar a percibir impuestos que son de las provincias y devolvía esos impuestos a las provincias a través de un régimen de coparticipación. Ese régimen de coparticipación que era una rueda de auxilio frente a una medida de emergencia y, como las ruedas de auxilio en la Argentina duran mucho tiempo, llevamos 80 años de coparticipación”.

¿Cuál es la solución para las provincias?

Nunca hubiera constitucionalizado la coparticipación porque hemos constitucionalizado un sistema que va en contra del sistema federal. Entonces aquí fue ambivalente la Convención, porque por un lado quiso poner el acento en el federalismo pero por otro lado le quitó las herramientas más importantes que tienen las provincias, que es la percepción de sus impuestos.

Se habla de una reforma tributaria, y se hará una recorrida por todo el país. ¿Ve una posibilidad de reparación en esto?.

Yo creo que hay que empezar por ver quiénes son los que pagan impuestos en la Argentina y quiénes no pagan impuestos. Mucha gente en la Argentina no paga impuestos. La principal reforma debe empezar por ver quiénes son los que deberían pagar impuestos y no pagan, porque eso le llevaría a las arcas, tanto al fisco federal como a los fiscos provinciales, una enorme cantidad de dinero que a lo mejor no haría necesaria una reforma tan profunda. Porque el sistema impositivo argentino no es que esté mal. Sucede que muchas veces hay un déficit de recaudación por toda la actividad de evasión fiscal. No pasa tanto por el texto de la ley sino por la aplicación concreta.

¿Cómo está la Argentina y el federalismo respecto de lo que dice la Constitución?.

El federalismo en la Argentina es una expresión romántica, le faltan muchas concreciones. Es una expresión romántica muy agradable. Los autores hablamos de ella y vamos a dar conferencias y la proclamamos. Ahora, la Constitución, nuestra Constitución en cierto modo ha desfederalizado fuertemente al país, aunque parezca mentira.

El constitucionalista argumentó que el texto constitucional le permite al Congreso “dictar los códigos de fondo, dice cuándo hay persona, cuándo es contrato, cuándo hay delito, cuándo hay prescripción y todas las instituciones centrales del derecho las dicta el Congreso Nacional y las legislaturas provinciales se encargan  los códigos de procedimiento, cuánto es el plazo para apelar”.

Ahí ya tiene una expresión de un federalismo sumamente atenuado. Si a eso le suma la más fuerte atenuación, fruto de la coparticipación, y le suma que el poder ejecutivo tiene un poder enorme en la Argentina, porque es un poder fuerte y normalmente el poder ejecutivo es jefe del partido político gobernante va a tener una suma de factores, una tormenta perfecta en favor en contra del federalismo.

 

Qué piensa de quienes sostienen que la CIDH puede intervenir en una disputa por encima de los tribunales argentinos.

Un grupo de gente creía que la Corte Suprema había dejado de ser suprema porque teníamos esta vía hacia la corte Interamericana entonces nuestra Corte Suprema no estaba en Buenos Aires o en la Capital Federal sino en San José de Costa Rica. Nunca participé de esta teoría, nunca. Me parecía que en algunos casos puntuales, lo que podía la Corte de Costa Rica era actuar en determinadas responsabilidades del Estado. Ahora yo creo que (en el caso Fontevecchia) la Corte ha recuperado una parte de su… –mis colegas constitucionalistas me van a querer matar después de esto-.Ha puesto cierto freno a esa tendencia de creer que la Corte Suprema había dejado de ser el órgano supremo y con autoridad de cosa juzgada. Y ha puesto cierto freno a esa corriente que a mí me parecía  demasiado emotiva si me permite. Sí: en términos futbolísticos marcó la cancha y no estoy en desacuerdo.

 

 

¿Y  en cuanto a las denuncias, con polémicas políticas?.

La Corte es indudablemente un organismo que -si no quiere ser político- lo es irremediablemente porque está en la primera fila de la escena. Son cinco jueces que están sometidos a un escrutinio público constante y sus sentencias, como las de ningún tribunal del país, se leen hasta las comas y los puntos. De modo tal que aunque no sea un tribunal político, lo es. Yo creo que los integrantes de la Corte son personas capaces, son probas. Hay denuncias contra uno de ellos, que creo que tienen también algún sesgo político, y es inevitable que lo tengan. Yo creo que es un tribunal que en general está haciendo desde hace algunos años un esfuerzo por ser un tribunal más profesional y limitar la cantidad de casos que le llegan.

 

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