El multimillonario Cecil Chao, de Hong Kong, se preocupa por todos los miembros de su familia y les desea felicidad. Sueña con cuidar nietos y descendientes. Sin embargo, su hija, Gigi de 37 años de edad, no tenía prisa por casarse.
Hace cinco años, Cecil hizo el primer intento por llamar la atención de los potenciales pretendientes. Se comprometió a pagar 60 millones de dólares a quien se enamorase de su hija Gigi y se casara con ella.
A pesar de esta generosa dote, el millonario no encontró a ningún yerno interesado en casarse con su heredera. Entonces Cecil Chao triplicó el premio, y prometió pagar al novio, nada menos que 180 millones de dólares. Sin embargo, esta propuesta también quedó sin reclamar.
Gigi había rechazado firmemente a todos los pretendientes, y su padre no entendía la negativa de su hija en formar un familia.
Entonces, la mujer publicó una carta abierta a su padre en la que, agobiada por la insistencia, insistía en que su amor no está en venta.
Confesó que no le gustan los hombres y que ya había había encontrado su alma gemela: Su amiga, Sean Yves. «Como tu hija, me gustaría hacerte feliz. Desafortunadamente, tu visión sobre mí no coincide con la realidad», ella le explicó su posición a su papá. –
