Carta del nene asesinado a su entrenador: «Papá, nadie nos va a separar»

Fernando Sierra protagonizó uno de los crímenes más conmocionantes en Uruguay. Ninguno de todos los que conocieron al entrenador de fútbol infantil lo consideraba capaz, pero lo hizo: secuestró, violó y asesinó a Felipe Romero, un nene de 10 años, y después se suicidó.

El chico y su asesino se habían conocido hace unos dos años atrás en la escuela donde trabajaba Sierra con menores de 3 a 12 años. Aunque lo describen como un hombre sobreprotector con sus alumnos, el caso de Felipe era especial. Tenían una relación casi paternal.

Había nacido en Maldonado, donde seguía viviendo, y era el cuarto de ocho hermanos. Era una “persona normal en todos los sentidos”, aunque su círculo íntimo solía definirlo como “un adulto que adentro llevaba un niño”.

Si bien fue muy corto el tiempo que estuvo a cargo del grupo donde jugaba Felipe en Defensor de Maldonado, el vínculo no se cortó sino que por el contrario, empezaron a compartir reuniones familiares, salidas y hasta vacaciones juntos. Incluso en su perfil de Facebook, el hombre de la víctima lo tenían en la categoría «hijos».

Recién cuando la mamá del nene empezó a notar cambios en su comportamiento fue que decidió consultar con una psicóloga y ese fue el principio del final más inesperado. La profesional recomendó que mantuviera al chico alejado de su entrenador y éste reaccionó de la peor manera. Lo secuestró, abusó sexualmente de él, lo sedó y le disparó un tiro en la cabeza antes de suicidarse.

Según trascendió, en la mesa de luz de Sierra, sus allegados encontraron guardadas unas 15 cartas escritas por Felipe. “Papá, te amo”, “Papá nadie nos va a separar”, “Papá me defiende cuando nadie me defiende”, decían. (Contexto Tucumán)

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas