La misionera que estaba presa por narcotráfico en Brasil, Alicia Sandoval, ahora realiza tareas comunitarias para cumplir la pena de 1 año y 11 meses por tráfico de estupefacientes. Relató los detalles de lo que pretendía ser una hermosa historia de amor, con promesa de casamiento, pero que la terminó llevando a la cárcel en Brasil.
Alicia Sandoval. Radio República.
La Justicia Federal de Brasil condenó a la exfuncionaria de la localidad de Puerto Piray a la pena de 1 año y 11 meses por tráfico de estupefacientes y tras siete meses en prisión, Alicia Sandoval fue liberada a fines de marzo y deberá permanecer en Brasil hasta completar la pena con trabajos comunitarios.
“Estoy bien, dentro de lo que me tocó vivir”, expresó la mujer. Relató que todo comenzó como una historia de amor, de esas que comienzan por internet y que ilusionan al punto de querer llevarlo a lo concreto.
Contó que estaba viajando a Sevilla por un viaje que había programado hace mucho. Esa era la oportunidad para conocer a la persona con quien venía hablando, según Alicia, hacía un año por internet. “Estando en San Pablo me pidió que llevara unos documentos, yo no tenía ningún tipo de confianza porque era una persona que estaba hablando durante todo año, cuando iba a abordar el avión me pidió que le llevara unos documentos”, dijo la mujer quien se comunicaba permanentemente con el hombre a través de la red social Facebook.
Es así que la mujer estaba en San Pablo, cuando ese falso novio la engañó. Según ella, la sedujo, y le pidió que tomara un vuelo a la India. Unas personas le trajeron la valija que era para su “amor de face”.
La Policía Militar brasileña detuvo a la mujer en el aeropuerto internacional de Guarulhos. Encontraran en una valija que llevaba poco más de dos kilos de cocaína. Fue ahí cuando terminó la ilusión. Nunca más tuvo contacto con el hombre en cuestión y su vida dio un giro inesperado. Ahora estaba detenida y en un país que no es el suyo.
“Primero me sentí una tonta con lo que me tocó vivir, pero sé que les pasó a otras y eso es el consuelo”, manifestó.
Los días en prisión:
Sandoval aseguró que jamás había visto este tipo de sustancias. “Fue una sorpresa para mí. Pasar toda la experiencia fue fuerte y ser detenida sin ser parte de nada de esto”, relató sobre sus siete meses dentro de la cárcel. Manifestó que ese tiempo le permitió reflexionar y conocer quiénes son sus amigos realmente y sobre la importancia de la familia.
Para Sandoval su fortaleza es su relación con Dios. Contó que en la cárcel trabajaba con otras mujeres preparando recursos hospitalarios, costuras, además trabajó en la parte de limpieza. Todas estas actividades para Alicia fueron experiencias que la ayudaron a superarse.
Ahora fue liberada y está trabajando con una ONG. Está viviendo en un departamento alquilado con ayuda de sus familiares de Argentina. “Estoy en contacto todo el tiempo con mis familiares”, contó. Asegura que está contenida emocionalmente y está bien. “Ahora tengo una vida en Brasil, y estoy tratando de pensar y tomar las cosas de la mejor manera posible. Si Dios está, está todo bien”, reflexionó.
El juicio a la misionera Sandoval por narcotráfico empezaría en tres o cuatro meses
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