Femicidio en Eldorado: «Los chicos estaban aterrados y uno de ellos me dijo ‘mi papá mató a mi mamá'»

El relato de Vanesa Pucheta, vecina de Paulina Portillo (27), asesinada por su pareja anoche en el barrio Itatí de Eldorado, es estremecedor. Ella fue una de las primeras en llegar al lugar y uno de los cuatro hijos de la mujer asesinada le dijo: “Mi papá mató a mi mamá”.
“Me encuentro destrozada como mujer, como vecina por no poder salvar la vida de Paulina”, dijo la testigo a Radio Stop.
“Mi vecina me llamó y pidió que avisara a la Policía porque Maxi (pareja de la víctima) le estaba pegando muy mal a su mujer. Cuando subo corriendo vi el patrullero, también vi a Maxi que corría con el machete en mano, por miedo no le seguí, preferí ir a ver por mi vecina. Pero al llegar al lugar la policía no me dejó entrar a la vivienda porque no soy propietaria. Pero ingrese como testigo. Cuando entré a la casa la llamé a Paulina nadie contestó. La casa estaba oscura. Los chicos estaban con miedo encerrados en una habitación. Uno de ellos me dijo ‘mi papá mató a mi mamá’. Al momento de encontrarlos a los chicos, uno estaba debajo la cama, otro acostado en la cama con las manos en el cuello, la nena de diez años con el bebé en otra habitación, estaban aterrados. Siendo chicos inocentes no dijeron nada, a pesar de que les decía mi nombre nunca respondieron”, detalló.
“Luego pregunté a uno de los efectivos que estaba en el lugar: ¿está viva?, el policía dice ¡No! vamos a esperar que venga la ambulancia. No llegué a ver el cuerpo de mi vecina”, aseguró.
Sobre el femicida, Vanesa dijo “Maxi Barúa siempre tomaba y siempre tenía su machete en mano. Era albañil, cortaba pastos en sí siempre hacía changas”.

Portillo y Barúa habían vuelto ayer por la tarde desde el Paraguay, donde había pasado la Semana Santa.
La vecina cree que Paulina siempre fue víctima de la violencia de su marido, aunque no lo dijera abiertamente.
Mercedes, otra vecina, contó que “los chicos están con la abuela del corazón. Los niños recibieron contención y ayuda”.
“Veía que Maxi tomaba pero Paulina nunca contó que era golpeada, ya que él no le dejaba hablar con nadie. Cuando la invito a la charla del Cepromu (Centro provincial de la mujer) me dijo que sí iba a ver también había comenzado a asistir en un centro religioso.
Paulina Kaczalha, del Cepromu, comentó al mismo medio que por propia decisión de los niños se quedarán con Elena, una vecina que es “su abuela del corazón”.
“Apenas tomamos conocimiento del hecho contuvimos a los chicos que no entendían lo que pasaba. Recibieron tratamiento y están contenidos, se les dio de comer y antes de dormir rezaron”, indicó.


Vanesa Pucheta, vecina de la víctima (Radio Stop de Eldorado-FM Show)

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