El agradecimiento, la poderosa fuerza emocional

Levantarnos cada mañana; ir al trabajo; gozar de buena salud; realizar diferentes hobbies entre otras actividades que hacemos de forma habitual, no nos sorprende que así sucedan porque generalmente lo vemos como algo natural, que debería suceder.

 

Somos agradecidos cuando tomamos conciencia de que lo que tenemos o recibimos -tener buena salud- podría NO ser así, por lo tanto, lo que hacemos al momento de agradecer es reconocer y valorar las cosas positivas que SÍ nos suceden diariamente.

 

Pueden existir diferentes motivos por los cuales algunos sujetos NO incorporan el agradecimiento:

No aprenden la importancia que tiene ser agradecidos.

No valoran lo bueno que les pasa porque lo dan por hecho, como algo normal, que debería suceder.

No lo creen importante y además le restan importancia.

No les interesa.

 

 

Beneficios emocionales

 

Cada vez que agradecemos se activan pensamientos y emociones positivas que aumentan el estado de bienestar de la persona.

Algunos de los beneficios que genera la práctica continua del agradecimiento son:

Mejora la  predisposición laboral;

Ayuda en nuestro estado psicofísico;

Nos sentimos bien con nosotros mismos y con los otros;

El estado de bienestar general se trasmite en las diferentes áreas.

 

¿Cómo incorporar el hábito de agradecer?

 

Las personas que no están habituadas a practicar el agradecimiento y quieren incorporar dicho hábito,  tienen que tener en cuenta, que al principio no va a salir de forma espontanea ni natural, sino realizando un esfuerzo.

 

Algunos factores necesarios para incorporar el nuevo hábito son:

Agradecer cada vez que exista la oportunidad de hacerlo;

Dar las gracias aunque no lo sienta. Eso no significa ser hipócrita, simplemente que no tiene incorporado aún el hábito de agradecer. Es normal  que al inicio genere la sensación de sentirse extraño;

Darle continuidad al ejercicio de la gratitud para incorporar dicha conducta.

 

Consejos:

 

Cada vez que tengan la oportunidad de dar las gracias a otra persona, háganlo, ya que hacen sentir bien al otro y también a ustedes mismos.

Todas las mañanas al levantarse, agradecer por todo lo que se tiene.

A la noche antes de acostarse, agradecer por todo lo bueno que vivieron durante el día.

SIEMPRE tenemos algo positivo por el cual podemos agradecer.

 

(*) Santiago Gómez

Psicólogo

Director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva

(Matrícula: 15.159)

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