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Femicidio en Puerto Iguazú: fuerte crítica al tratamiento en los medios

A partir del asesinato de la joven María Belén Rivas, el domingo a la madrugada en la ciudad del norte misionero, comenzó a circular un comunicado firmado por “Colectivo de Mujeres Autoconvocadas de Puerto Iguazú”, donde dejan sentada su opinión sobre el tratamiento que tuvo el hecho en los medios de difusión.

Textualmente expresaron:

A raíz del femicidio de María Belén R., la adolescente encontrada sin vida bajo una casilla de taxis en el Barrio Belén, queremos expresar nuestro repudio al tratamiento del tema que se dio desde un principio por parte de los medios de comunicación de Iguazú, de la provincia de Misiones, y de aquellos nacionales que multiplicaron las versiones de estos medios.

Los varones y mujeres que malinformaron sobre la crónica de los hechos, lejos de basarse en datos reales y constatados, buscaron las causas de la muerte en la misma víctima, a través de la descripción de una supuesta personalidad y conductas. Durante el día 3 de abril de 2017 pudieron leerse en los portales de numerosos diarios como Minuto uno, Misiones online, Misiones cuatro, Iguazú noticias, La voz de catararas, junto a innumerables replicadores de falacias, noticias sobre la supuesta “muerte por sobredosis” de María Belén, a quien, como si no fuese suficiente aún, estigmatizaron por encontrarse embarazada sin pareja y deambulando por las calles durante la noche. Apelaron a la espectacularización del caso, haciendo hincapié en detalles morbosos.

Debemos llamar a las cosas por su nombre y decir fuerte y claro que la muerte de Ma. Belén fue un FEMICIDIO. Otro más en esta ciudad que menosprecia la vida y la dignidad de las mujeres, paradójicamente en el lugar que se enorgullece de la vida que fluye a través de la selva.

La palabra femicidio faltó en todos relatos de la muerte de Ma. Belén, quizás porque les importa más re-victimizar y estigmatizar a una joven adolescente con un embarazo de 7 meses que saber quién es el femicida. Circunstancia que tampoco sensibilizó a estos/as “periodistas” que se solazaron en describir pormenorizadamente los hechos y argumentar que “las sospechas apuntan a que la chica se encontraba embarazada”. La mujer queda así una vez más como culpable de su propio crimen.

No dudamos en calificarlo como femicidio porque conocemos la Ley 26.485 del año 2009, y argumentamos con la fuerza de esta ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, que en su artículo 5 establece los tipos de violencia contra las mujeres. María Belén sufrió violencia física en su máxima expresión, el femicidio, y no contentos con este hecho atroz, los varones y mujeres de los medios de comunicación de Puerto Iguazú y la provincia de Misiones, ejercieron luego su violencia simbólica mediática, que refiere a: “aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres” (Art. 6°, inc. e de la Ley Nº 26.485).

Misiones es una de las provincias que encabeza, tristemente, los porcentajes de femicidios en la Argentina, y en este contexto los varones y mujeres de los medios de comunicación deciden sostener los valores del patriarcado invisibilizando las violencias contra las mujeres.

Frente a esta arremetida patriarcal, le contraponemos la mirada amorosa que merece Ma. Belén, hayan sido cuales hayan sido las conductas previas a su femicidio y que nada tuvieron que ver con la decisión del femicida de quitarle la vida. Pudimos estar junto a sus seres queridos que organizaron inmediatamente un encuentro en la plaza que la vio morir, frente a la ceguera de las autoridades, caminamos junto a ellos y los escuchamos hablar de Ma. Belén amorosamente, de su embarazo y del nombre que ya había elegido para su hijo. También su familia estuvo acompañada por familiares de otras víctimas que aún buscan justicia, como Jordi Díaz y David Gómez. Juntas, ese puñado de personas esperaron el resultado de la autopsia, que en boca del juez del caso confirmaba lo que ya se sabía y se decía en voz baja: fue un femicidio. Por más de que los medios de comunicación insistían con la idea de hacer a Ma. Belén de alguna manera co-responsable de su destino. Como en tantos otros casos, la relevancia del caso de Ma. Belén tiene que ver con que es Mujer y encima de una familia humilde.

Como mujeres adultas, el caso nos duele, porque fuimos adolescentes hace más o menos tiempo. Pero los sueños y los dolores de la adolescencia los recordamos, a Ma. Belén como a tantas adolescentes la vida le fue quitada por ser mujer.

Los medios de comunicación son grandes responsables de los procesos de construcción de conciencia y relaciones sociales, y deben actuar consecuentemente por alcanzar la equidad de género. En su lugar, son la cara visible del patriarcado y la violencia machista instalada en esta sociedad. Denunciamos el rol de los medios de comunicación a la hora de reproducir esquemas de estigmatización y (re)victimización de las mujeres.

Exigimos justicia por María Belén y su bebé, que se aclaren los hechos y los culpables respondan por lo que hicieron. Exigimos también una disculpa pública a María Belén, su familia y todas las mujeres por parte de los medios de comunicación, y que se tomen las medidas necesarias para que estos hechos no se repitan nunca más.

Colectivo de Mujeres Autoconvocadas de Puerto Iguazú

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