En el estadio de Lanús, el “Halcón” empató 0-0 contra el elenco brasileño en su primera vez en la Copa Sudamericana. El 11 de mayo disputará el duelo de vuelta.
A los 82 años de vida, Defensa y Justicia vivió su primera experiencia internacional: no pudo ser en su cancha, pero en la de Lanús recibió a un gigante del continente como San Pablo. La fiesta no fue completa: el empate 0-0 dejó al equipo argentino con gusto a poco y ahora deberá jugarse su futuro en la Copa Sudamericana el 11 de mayo en Brasil.
Como era de esperar, los brasileños no fueron el típico equipo visitante que viene a la Argentina a refugiarse. Salieron a jugar de igual a igual. Con los argentinos Julio Buffarini, Lucas Pratto y Andrés Chávez en la formación titular, San Pablo se adueñó de la pelota y llevó las riendas del juego en el arranque.
A los 23 minutos del primer tiempo llegó la más clara del equipo visitante y Gabriel Arias se lució con una atajada clave. Tras un pelotazo frontal, Mariano Bareiro dudó en el rechazo, dejó picar la pelota y se durmió ante la llegada de Lucas Pratto. El argentino, que ganó con el cuerpo, cedió muy bien para el ingreso por derecha de Wellington Nem, que quedó cara a cara con el arquero y definió al cuerpo.
Defensa respondió a los 36 minutos en su única oportunidad concreta de la primera mitad. Fue una guapeada de Agustín Bouzat que ganó entre los centrales y alcanzó a tirar el centro desde la izquierda. Por el palo opuesto apareció Nicolás Stefanelli, que cabeceó al gol pero la pelota dio en el pecho de Rodrigo Caio.
En el segundo tiempo el trámite se planchó y eso favoreció más a los brasileños que a los argentinos. El conjunto de Sebastián Beccacece tenía la pelota pero no sabía cómo hacer para filtrar la defensa visitante y lastimar a San Pablo. Eran avances pero que no terminaban en ataques. Apenas una chance de Jonás Gutiérrez o algún disparo aislado de Rafael Delgado desde afuera.
La expulsión de Buffarini (por doble amarilla) terminó de acentuar el planteo de San Pablo por ese entonces: cuidar el empate, refugiarse cerca de su arquero y apostar al pelotazo para Pratto. A seis minutos del cierre, un buen bochazo de Jonás -el mejor de la noche- dejó a Kaprof cara a cara con el arquero Dénis, que voló hacia su derecha y logró desviar el remate de zurda.
Defensa intentó pero no pudo. Chocó contra un equipo experimentado y no tuvo la profundidad necesaria para quebrarlo.
La revancha será el 11 de mayo en San Pablo. Y hasta allí viajará la ilusión internacional de Defensa y Justicia con el sueño de escribir una nueva página en la historia del club.
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