Le pasó al dueño de un comercio de venta de celular en la ciudad cordobesa de Río Cuarto. El hombre se sorprendió cuando leyó el papel que le habían dejado.
Guillermo, el dueño del comercio donde vende celulares, se fue apurado el pasado miércoles por la intensa lluvia y dejó las llaves colocadas en la cerradura, del lado de afuera.
Guillermo, el dueño del comercio donde vende celulares, se fue apurado el pasado miércoles por la intensa lluvia y dejó las llaves colocadas en la cerradura, del lado de afuera.
Según el portal Cadena 3, Guillermo se acercó y agradeció personalmente al sargento, que no quiso fotografiarse. «Sólo cumplí mi deber», le dijo. (Minuto Uno)
