Tras las protestas, el proyecto de reelección presidencial queda en suspenso

La Cámara de Diputados de Paraguay dijo este lunes que por ahora no tratará el proyecto de enmienda para habilitar la reelección presidencial aprobado por sólo 25 senadores el viernes pasado, que desató violentas protestas en las calles del país que dejaron un manifestante muerto y parte del Congreso quemado.

El presidente de la Cámara baja paraguaya, Hugo Velázquez, dijo que la enmienda no será tratada por los diputados hasta que no haya acuerdo en la mesa de diálogo propuesto por el presidente Horacio Cartes.

Ayer, el mandatario convocó a los principales partidos políticos y a representantes de la Iglesia para reunirse con el Ejecutivo, tras las protestas del viernes que dejaron un muerto por disparos policiales y el incendio de parte del Congreso.

«Ante la intención de abrir un diálogo a nivel nacional, le dije (a Cartes) que me parecía correcto. Lo importante de esta cuestión para la Cámara de Diputados es que, mientras se genere este diálogo y no se concluya nada, esto (el proyecto de enmienda) no se va a tocar», afirmó Velázquez, según informó Diputados en un comunicado.

Velázquez adelantó que no existe aún ningún «temario» a tratar en esa reunión y que las partes establecerán los temas que conciernan al diálogo después del primer encuentro, que todavía no tiene ninguna fecha programada.

El presidente del Partido Liberal, el mayor de la oposición, Efraín Alegre, dijo hoy que la formación no formará parte de esa mesa de diálogo hasta que no se retire el proyecto para habilitar la reelección presidencial.

Alegre añadió que otra condición para asistir a esa mesa es que se tomen medidas contra los altos cargos policiales responsables del operativo en el que murió Roberto Quintana, de 25 años, ocurrida durante el asalto policial a la sede de la formación, pasada la medianoche del viernes.

Por su parte, la Conferencia Episcopal Paraguaya anunció hoy que acudirá a esa mesa.

Tras la muerte de Quintana, Cartes destituyó al ministro del Interior, Tadeo Rojas, y al jefe de la Policía Nacional, Críspulo Sotelo.

La muerte de Quintana se produjo después de que la tarde del viernes grupos de manifestantes incendiaran parte del edificio del Congreso y se enfrentaran con la policía, que hirió con balas de goma a varias personas, entre ellas al diputado liberal Edgar Acosta.

Los incidentes comenzaron después de que 25 senadores votaran a favor del proyecto de enmienda constitucional para facultar la polémica reelección presidencial, en una reunión celebrada fuera del Congreso.

La votación tuvo el respaldo de legisladores del Partido Colorado, de Cartes, del Frente Guasú, del ex presidente paraguayo Fernando Lugo, y de algunos senadores liberales contrarios a la corriente de Alegre.

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