Mariana Yegros es una cantante hija de misioneros, que, a pesar de vivir en Montpellier, en el sur de Francia, con su novio galo quien además es su manager, aún conserva sus raíces afectivas y sonoras en el Litoral Argentino, materializando una extraña y explosiva mezcla que va del chamamé dub a la copla funky y de la cumbia rap a las canciones super bailables.
Ritmos frenéticos y acordeón se mezclan con electrónica para caracterizar el nuevo sonido de la cumbia: un ritmo nacido en Colombia pero ahora infiltrada en toda Latinoamérica y Europa. Con tonos altos de cantos indígenas del amazonas y una onda relajada de una rapera chic, la cantante argentina La Yegros se transformó en la reina de la escena.
La artista, acaba de lanzar su nuevo disco, Magnetismo y es una de las revelaciones del festival Lollapalooza con su mezcla de electrónica y raíces folklóricas. El Lollapalooza es un festival musical de los Estados Unidos que originalmente ofrecía bandas de rock alternativo, indie y punk rock; también actuaciones cómicas y de danza. El viernes pasó por cuarta vez por Buenos Aires, con un público que sumó alrededor de cien mil personas.
Ese título de reina parece adecuado ahora que La Yegros, que actuó el viernes en el escenario alternativo del Lollapalooza en Buenos Aires, es un fenómeno en Europa. Cautivó a la crítica especializada con la energía de sus conciertos en vivo y dos discos de estudio: Viene de mí (2012) y Magnetismo (2016). El diario británico The Guardian la reconfirmó como la «Queen of the scene» y en poco tiempo La Yegros pasó de ser una artista anónima en París a que sus temas sonaran en las radios francesas.
Todavía está sorprendida por lo lejos que la llevó la música, desde su paso por festivales icónicos como el Trans Musicales de Rennes hasta saltar el año pasado al festival de Roskilde, donde tocó a la misma hora que Paul McCartney. «Hasta el día de hoy me levanto a la mañana y pienso: ¿qué estoy haciendo acá? Francia es un país que nunca estuvo en mis planes. Todavía ni reaccioné demasiado. No tuve tiempo de procesar. Dejo que las cosas salgan naturalmente.
No fue que hice una estrategia. Tuve que remarla y todavía extraño mucho, pero todo tiene el sabor de lo inesperado, y es lindo cuando la vida te sorprende. Quizá mi misión sea ésa, llevarle alegría a la gente lejos de casa.», comentó La Yergos durante una entrevista con el diario La Nación.
El nuevo álbum, Magnetismo, editado por S-Music, tiene en sus diez canciones ese espíritu colaborativo y es el resultado de una aldea musical interconectada: el disco se compuso en Montpellier, se grabó en Buenos Aires y se mezcló en Los Angeles. También participan como invitados Gustavo Santaoalla; Puerto Candelaria, de Medellín; Olivier Araste, cantante del grupo Lindigo, de Isla Reunión, y Sabina Schiubba, la cantante italiana de Brazilian Girls. Pero lo que distingue a La Yegros dentro de esa mezcla de estilos es el chamamé.
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