Reflexión del Pastor Decena: La importancia de tus palabras

Para alimentar el fuego de la ira todo lo que tiene que hacer es ser duro con alguien y se convertirá en hostil. La negatividad hacia otra persona impulsará su rabia. Sin embargo, lo contrario también es cierto. La cura para la ira es una suave palabra, una palabra amable con alguien.

 

Mateo 12:37 “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”.

Si las palabras son importantes ¿cómo deberíamos decirlas? Analicemos no solo las palabras, sino cómo las decimos…

La amabilidad es una de las obras que hace el Espíritu Santo en la vida de los cristianos. Podemos decir que las palabras bruscas y torpes hacen que las personas se alejen y la amabilidad hace que te amen.

Qué es amabilidad: Se refiere al comportamiento en el cual nos mostramos corteses, complacientes y afectuosos hacia los demás. Esta cualidad se funda en el amor, el respeto, el afecto y benevolencia en nuestra forma de relacionarnos con el otro.

La amabilidad es esencial para la convivencia en sociedad. La armonía de nuestro entorno social en gran medida viene determinada por el nivel de amabilidad sobre el cual hayamos fundado nuestras relaciones.

Existen palabras básicas con las que podemos manifestar nuestros sentimientos de amabilidad hacia los otros, como: por favor, gracias, perdóname o discúlpame.

Sinónimos de amabilidad son la cortesía, gentileza, atención, afabilidad, cordialidad, benevolencia. Lo contrario sería descortesía o desatención.

 

¿Qué hacen las Palabras Amables?

Proverbios 16:24. “Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos”.  

Las palabras amables pueden ayudar al quebrantado, una palabra de aliento puede provocar tremenda fuerza en el corazón de una persona. Piensa en lo maravilloso que se ha sentido cuando alguien te ha consolado en un momento difícil de la vida. Esas palabras de amor y lealtad nos han mantenido en los momentos más oscuros.

Tantas veces hemos querido tirar la toalla, pero Dios en su tiempo perfecto siempre ha enviado a alguien para alentarnos y decir cosas amables para mantenernos motivados y en el camino. Es por eso que somos un cuerpo. Nos necesitamos unos a otros. Así es como hemos sido creados.

Proverbios 15: 1 “La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor”.  

Para alimentar el fuego de la ira todo lo que tiene que hacer es ser duro con alguien y se convertirá en hostil. La negatividad hacia otra persona impulsará su rabia. Sin embargo, lo contrario también es cierto. La cura para la ira es una suave palabra, una palabra amable con alguien.

Para aquellos que son Groseros, deberían leer Proverbios 18: 7 “La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma”.

Un necio es alguien que anima la negatividad, que  es impulsado por la confrontación. Un necio quiere destruir tu espíritu con cosas hirientes. Es fácil detectar a este tipo de personas: están cerradas en su mente, son tercas y muchas veces solo hablan en voz alta y no callan su necedad.

Veamos lo que dice 2° Timoteo 3:1-5, y tengamos en cuenta que en la Palabra dice que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad.

Aquí se describe los atributos de la gente necia. Algunos de estos incluyen: orgullosos, arrogantes y abusivos. El final de esta parte dice: “Evita este tipo de personas”. Siempre que sea posible hay que evitar a los que aman herir a los demás en cualquier forma, incluyendo con palabras. Es por esto que el pueblo de Dios debe hacer la diferencia.

La benignidad significa estar revestidos de amabilidad, es parte del fruto del Espíritu Santo. Benignidad es la característica fundamental del carácter del cristiano, y el ejemplo máximo es Jesucristo el Señor, siendo amable con todas las personas.

“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” Efesios 4:32 (RV60)

La palabra que se traduce aquí como “benignos” es la palabra griega jrestós, la cual  también puede traducirse como amabilidad. Esta misma palabra aparece en el listado del fruto del Espíritu en la carta a los Gálatas: “En cambio, el fruto del Espíritu…  amabilidad (jrestótes) se encuentra en Gálatas 5:22, NVI. En Efesios 4:32 Pablo desarrolla a profundidad este concepto. Nos dice que seamos benignos, es decir, amables (jréstós).

Los griegos definían esta cualidad como “la disposición del corazón para considerar los asuntos de los demás como si fueran propios”.

Muchos de los problemas dentro de la iglesia vienen de las malas relaciones las cuales afectan la unidad de la misma. Si la amabilidad no existe entre nosotros, podemos llegar a causar grandes conflictos al ser muy ásperos o imprudentes en el trato con los demás.

Pablo nos muestra un ejemplo de esta virtud en 1° Tesalonicenses 2:7-12 (NVI) en estos versículos Pablo nos muestra un ejemplo de amabilidad. Pudiendo exigirles basado en su autoridad como apóstol, se presenta como un padre espiritual y les recuerda su arduo trabajo a favor de ellos y buen ejemplo, para animarlos, consolarlos y exhortarlos a llevar una vida santa.

 

  1. AMABILIDAD ES EL RESULTADO DE UN CORAZÓN RESTAURADO

Por causa del pecado el corazón es malo y desde el principio el hombre se ha desviado de los caminos de Dios en pos de lo malo.

Génesis 6:5 “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”.

Siendo así, difícilmente el hombre puede ser benigno por el hecho de ser egoísta. Sin embargo, el Señor transforma el corazón del cristiano por medio del poder del Espíritu Santo con el fin de que produzca el fruto deseado.

“Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne. Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis leyes” Ezequiel 36:26-27 (NVI).

“Toda amargura, ira y enojo, y gritería, y maledicencia, con todo género de malicia, destiérrese de vosotros. Al contrario, sed mutuamente afables (jrestós), compasivos, perdonándoos los unos a los otros, así como también Dios os ha perdonado a vosotros por Cristo” Efesios 4:31-32

Por tanto, si somos cristianos, estamos obligados a desechar toda maldad y aspectos de nuestro carácter que sean ofensivos para los demás, antes debemos sustituirlos por buenas virtudes, así Pablo lo vuelve a declarar: “Dios los ama mucho a ustedes, y los ha elegido para que formen parte de su pueblo. Por eso, vivan como se espera de ustedes: amen a los demás, sean buenos, humildes, amables y pacientes. Sean tolerantes los unos con los otros, y si alguien tiene alguna queja contra otro, perdónense, así como el Señor los ha perdonado a ustedes” (Colosenses 3:12-13)

 

  1. LA AMABILIDAD SE DESARROLLA DURANTE UNA VIDA DE OBEDIENCIA A SU PALABRA

Pablo dijo que la amabilidad era un fruto del Espíritu porque no puede crecer efectivamente sin el continuo trabajo del Espíritu en nuestras vidas.

Efesios 5:18 amonesta a que “sean llenos del Espíritu”. Esto resulta en un comportamiento cambiado. “Sométanse unos a otros” (5:21); “Esposos, amen a sus esposas” (5:25); “Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres” (6:1); “padres, no hagan enojar a sus hijos” (6:4); “Esclavos, obedezcan a sus amos terrenales” (6:5). La amabilidad es uno de los productos del Espíritu trabajando en nuestras relaciones. Al vivir en obediencia, llenos del Espíritu, estos mandamientos bíblicos seguirán llenando nuestro espíritu y así las malas cualidades serán sustituidas por buenas virtudes como la amabilidad.

 

  1. LA AMABILIDAD PRODUCE RESULTADOS POSITIVOS

1° Samuel 25:2-38 Cuando David y sus hombres habían estado protegiendo a Nabal y sus propiedades, y le rogó muy amablemente que quería pasar por su propiedad y si podía ayudar en algo, pero fue rechazado bruscamente. Nabal tuvo su consecuencia, y terminó muriendo (ver 1° Samuel 25:2-38).

La Biblia muestra que la amabilidad produce resultados positivos, veamos en Proverbios 11:17 “A su alma hace bien el hombre misericordioso; mas el cruel se atormenta a sí mismo”.

La amabilidad gana la confianza de la gente, nos lleva a ser misericordiosos. La amabilidad ha convertido más personas que la emoción, el entusiasmo, el estudio, el conocimiento o la facilidad de palabras, porque la amabilidad es del Espíritu Santo de Dios.

Que Dios te bendiga y tengas una semana de bendición y victoria!

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de http://cfceldorado.org/

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