Corrientes: los ladrones de la avioneta que cayó en el Iberá huyeron tras engañar a la Policía

Los cuatro delincuentes que robaron una avioneta en la provincia de Entre Ríos y después tuvieron un aterrizaje “forzoso” en zona de los Esteros del Iberá, en el interior de Corrientes, pasaron cuatro días perdidos a la intemperie hasta ser socorridos por guardaparques, quienes sin saber de la peligrosidad de tales personas los llevaron hasta el pueblo de Colonia Carlos Pellegrini donde con suma astucia fingieron ser turistas. Recibieron curaciones en el hospital, comieron, bebieron y antes de irse de la localidad hablaron con la Policía, al punto de dejar sus identidades asentadas en la comisaría.
Tales detalles trascendieron recién un mes después de haber ocurrido todo, a partir del hallazgo de la aeronave siniestrada en una región inhóspita de los esteros. Hasta entonces nadie supo que las personas asistidas eran criminales de temer, según distintas fuentes consultadas por diario época.
La banda de malhechores estaría compuesta por dos argentinos y dos paraguayos, quienes tuvieron una actuación “de película” delante de médicos, policías y cuidadores de la fauna y la flora del Iberá.
La historia comenzó el 21 de febrero. Ese día sustrajeron un Cessna C 182, matrícula LV-HBB, del aeródromo de la ciudad de Victoria, en el Sur entrerriano. Tales ladrones habían contratado un vuelo privado con motivo de una “despedida de soltero” a un amigo al que llevaron para saltar en paracaídas. Sin embargo, se trataba de una puesta en escena. Una vez en el sector de hangares amenazaron a punta de pistola a un sereno y a dos pilotos.
Uno de los asaltantes sería un profesional de la aviación. Sólo así se entiende que no necesitaran llevarse a uno de los responsables de la avioneta robada y supieran cómo conducirla.
Desde aquel día no hubo más novedades de esa banda como tampoco de la aeronave, solamente rastreada hasta cercanías a la ciudad de La Paz, ya que los sistemas de posicionamiento colocados en la máquina dejaron de emitir señales.
Se presume que pocas horas, cuando los ladrones querían cruzar la provincia de Corrientes posiblemente hacia Paraguay, tuvieron un percance en pleno vuelo. Ahora se supo que a unos 40 kilómetros del casco de la estancia El Socorro, propiedad de la familia del magnate fallecido Douglas Tompkins, la avioneta terminó en tierra de manera brusca. Por el momento no se sabe si quedaron sin combustible o fue una falla mecánica.
En un sector de campo con grandes claros los delincuentes trataron de aterrizar pero como el terreno era un tanto pantanoso, con algo menos de medio metro de agua de profundidad, el vehículo hizo un breve recorrido antes de que la punta clavara contra el suelo y diera un tumbo hacia adelante, hasta quedar con las ruedas para arriba.

A los tumbos
El impacto causó distintos golpes a los cuatro hombres, quienes de igual manera lograron salir por su cuenta. Después, perdidos en medio de “la nada”, comenzaron a caminar.
Pasaron cuatro días hasta que a varios kilómetros del punto del siniestro fueron avistados por guardaparques. Excepto ellos nadie sabía del accidente aéreo. Entonces idearon un plan para no quedar al descubierto. Dijeron ser turistas que habían incursionado a un sector del Iberá donde con una embarcación sufrieron un incidente en el agua y naufragaron.
Lejos de levantar sospechas recibieron toda la ayuda necesaria. Fueron llevados en camioneta a Carlos Pellegrini con signos de deshidratación y alimentación casi nula. Allí comieron, descansaron, recibieron atención sanitaria en el hospital local e inclusive fueron identificados por la Policía, avisada de la presencia de tales personas.
Basados en las documentaciones que presentaron y otros datos aportados verbalmente los efectivos supieron que dos de los hombres serían de nacionalidad paraguaya y los dos restantes argentinos.
Trascendió que al día siguiente, es decir el 26 de febrero, tales delincuentes habrían viajado hacia la ciudad de Santo Tomé en un vehículo con gente que pasó a buscarlos. Nadie en Pellegrini supo hasta sino el miércoles 29 de marzo (fecha del hallazgo de la avioneta de parte de ocupantes de otra aeronave en un vuelo de excursión) que aquellos “turistas” eran en verdad criminales de alta peligrosidad.
Atando cabos y recordando la noticia del asalto en Entre Ríos las autoridades supieron sorprendidas que las personas ayudadas eran los asaltantes.
El jueves, un helicóptero de Prefectura Naval Argentina (PNA) llegó hasta el sitio donde todavía se halla la avioneta siniestrada, debido a que por suelo aún no pudieron llegar. Por ello se desconocía qué puede haber en su interior.
Interviene el Juzgado Federal de Paso de los Libres con la colaboración además de la PNA de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la Asociación Nacional de Aviación Civil y la Policía de la provincia.

Fuente: diario Época

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