Tensión en Lanús: Vecinos denunciaron «represión policial» tras un operativo en un merendero comunitario

Un grupo de vecinos de Villa Caraza, en el partido bonaerense de Lanús, denunció que la Policía local tiró balas de goma y arrojó gas pimienta contra los niños y la comida en un merendero, mientras que desde el municipio negaron esa situación e indicaron que ingresaron al lugar en busca de un hombre prófugo por un homicidio.

El episodio ocurrió ayer alrededor de las 19.30, cuando la Policía de Lanús, en el marco de un operativo de control, hizo detener a un Ford Falcón rojo con tres ocupantes y, al identificarlos, determinó que uno de ellos tenía un pedido de captura activo por homicidio, dijeron voceros de la fuerza y judiciales.

Es que el sospechoso, identificado como Eduardo Delgado, había transcurrido el proceso en libertad, pero cuando la condena quedó firme, se ordenó su detención y nunca se lo había encontrado.

Ayer, cuando los policías determinaron que era el hombre buscado y quisieron esposarlo, éste comenzó a forcejear, le pegó una trompada a una mujer policía y se introdujo en el barrio 17 de Octubre, donde ingresó por la ventana al merendero «Cartonerito».

De acuerdo al relato de las fuentes policiales y municipales, los efectivos lo siguieron hasta el merendero y allí existió un forcejeo hasta que Delgado, que pertenecería a una cooperativa que asiste con comida al lugar, fue finalmente detenido.

Pero cuando era sacado, varios vecinos comenzaron a tirar piedras, cascotes y botellazos contra los policías para evitar que se lo llevaran, según dijo a Radio Télam el secretario de Seguridad del municipio, Diego Kravetz, quien explicó que en medio de esas circunstancias el detenido logró huir.

Poco después, un grupo de unos 50 vecinos se concentró frente a la comisaría quinta de Villa Diamante, donde se produjeron destrozos en un patrullero, se prendieron fogatas y se arrojaron piedras en repudio al accionar policial en el comedor popular y la detención de dos jóvenes.

Otra versión de los hechos dio Juan Martín Karpenco, del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), quien dijo a Radio Télam que «mientras se organizaba el comedor para 150 chicos, la Policía Municipal  irrumpió en el comedor tirando gas pimienta a los chicos, a la comida, a las mujeres y disparando balas gomas».

«A la olla gigante, que es de 500 litros, le vaciaron gas pimienta», aseguró el dirigente, que remarcó que «el corolario fue dos compañeros desaparecidos durante tres horas», que después de la protesta aparecieron a la 1.30 de hoy «muy golpeados».

Según Karpenco, a raíz de la «represión policial», hay «chicos golpeados, chicos intoxicados y mujeres (embarazadas) con pérdidas», algunos internados.

A su turno, María Saracho, cocinera del lugar, se preguntó: «¿Te parece que tenía que entrar así la Policía, sin una orden? Me tiró el gas pimienta adentro de mi comida».

Mientras mostraba un guiso manchado de verde y tirado en el piso, agregó que a raíz del episodio, su hija y otras mujeres embarazadas sufrieron pérdidas y debieron ser internadas.

Por su parte, Kravetz negó que haya habido represión policial y dijo que «uno ve la utilización política del tema».

«No fue un caso de represión policial a un comedor, lo que ocurrió fue una persecución policial a una persona con pedido de captura, y esta persona se refugió en este comedor», explicó.

Kravetz confirmó que el hombre al que se quiso identificar agredió a tres policías, se escapó y entró por la ventana del comedor para refugiarse y explicó que «no es una persona que se dedique a la actividad social, es un homicida buscado».

El funcionario sostuvo que los incidentes se produjeron porque «es un barrio humilde donde no están acostumbrados a tener presencia policial o la presencia policial fue tan mala que la gente reacciona mal».

Por eso, dijo que tras la detención del joven «empezó una lluvia de piedras, no para defender a Delgado, sino porque hubo gente que se sintió intimidada y después vinieron los cascotes, tiros», dos de los cuales -afirmó- impactaron en el móvil en el que él se encontraba.

Sobre las detenciones, indicó que se demoró a dos personas que luego fueron liberadas y negó de plano que haya chicos heridos, «porque no era el horario del comedor», o personas internadas.

El funcionario adelantó que «todos los policías que estuvieron en el lugar van a tener que entregar un informe de cada proceder y qué rol tuvo».

A raíz de los hechos, el fiscal de Lomas de Zamora Gastón Fernández abrió una causa en la que trata de determinar si los policías se quisieron defender o si hubo un exceso, en tanto que ya dio por acreditado que los efectivos podían ingresar al merendero porque era una detención de urgencia, dijo una fuente judicial.

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