Merkel se impone en el primer test electoral de un año clave

La canciller alemana consiguió frenar el empuje que habían logrado en las encuestas los socialdemócratas (SPD) de la mano de su candidato Martin Schulz, con una importante victoria en las elecciones regionales del pequeño estado del Sarre, en la que su partido logró un 40,4% de los votos, según los primeros sondeos de boca de urna.

 

 

«Es un buen día para el Sarre y día bonito para la CDU», celebró, luego de conocer el resultado preliminar, el secretario general de la formación conservadora, Peter Tauber, desde Berlín.

 

 

La alegría del dirigente no fue desmedida.

 

 

Las elecciones en este pequeño estado de 800.000 votantes eran el termómetro de cara a los comicios generales de septiembre próximo, en los que una experimentada Merkel se presentará para revalidar un cuarto mandato frente a un refrescante Schulz, que dejó la Presidencia del Parlamento Europeo para ser candidato presidencial por los socialdemócratas.

 

 

Con un discurso de centro izquierda, Schulz provocó un efecto demoledor para Merkel en las encuestas, pero hoy, en las urnas, no le alcanzó. El SPD sacó diez puntos porcentuales menos que los seguidores de la canciller alemana en el estado minero del Sarre, en la frontera con Francia.

 

 

Sarre abrió un caliente año electoral con un victoria para la líder alemana que ahora le permitirá encarar con confianza la campaña electoral y pinchar la euforia que en las últimas semanas inspiraba su principal rival en la carrera a la Cancillería, Schulz.

 

 

El 30,4% de los votos logrados por los socialdemócratas, según los sondeos de boca de urnas, representan casi cuatro puntos porcentuales menos que en las anteriores elecciones y podría frustar la vuelta de la centro izquierda alemana, que desde enero había logrado generar ilusión entre sus militantes.

 

 

«No logramos nuestro objetivo. Para nosotros hoy no es un buena tarde. Para mí desde luego que no. Yo esperaba que estuviésemos igualados, incluso que nos situáramos por delante», reconoció Schulz, sin tratar de disimular el batacazo sufrido por su partido, una vez publicados los primeros resultados preliminares.

 

 

La decepción de Schulz se debe a que las encuestas publicadas en las últimas semanas pronosticaban una tendencia en alza para la socialdemócracia y hasta permitieron que muchos analistas se imaginaran una posible derrota de Merkel en septiembre, después de una gobierno ininterrumpido desde 2005.

 

«La buena noticia es que hubo una alta movilización. Y eso es bueno para todas las fuerzas democráticas», apuntó Schulz, en una primera reacción ante la televisión pública, en alusión al 70% de participación, casi diez puntos por encima de la registrada en 2012.

 

Los comicios de hoy, que marcaron el inicio del llamado super año electoral, que culminará el 24 de septiembre con las elecciones generales, también demostraron que la nacionalista Alternativa para Alemania (AfD) sigue presente y bien fuerte en un sector del electorado.

 

Con el resultado en Sarre, esta fuerza xenófoba y anti europea logró entrar en su undécimo Parlamento regional, un dato nada desdeñable en un país con 16 poderes legislativos regionales.

 

«Los resultados logrados en el Sarre no son representativos, pero como partido estamos orgullosos», dijo la líder del partido populista, Frauke Petry, en la televisión pública alemana, en declaraciones tomadas por la agencia de noticias DPA.

Hace tres años, esta fuerza sacudió al país al conseguir en las urnas un apoyo de 6,2%.

 

Pese a que el AfD sigue fuerte, hoy no logró instalarse como segunda fuerza, como sí lo había conseguido en elecciones regionales anteriores.

 

Por eso, los resultados de esta elección regional confirmaron una vocación europeísta en una zona de frontera donde la crisis política migratoria no cala tan hondo como a nivel nacional.

 

Mejores resultados que la ultraderecha obtuvo el partido poscomunista La Izquierda que obtuvo un 12,4% de los votos, mientras que, según las primeras proyecciones, el partido Los Verdes y los liberales del FDP quedarían fuera del Parlamento regional por no alcanzar el umbral mínimo de votos.

 

Ante estos datos, parece posible que el Sarre siga siendo gobernado por una gran coalición liderada por la CDU y con el SPD como socio menor, la misma fórmula con la que Merkel gobierna a nivel nacional.

 

Sarre abrió un año electoral que continuará con dos elecciones regionales más en mayo, en Renania del Norte-Westfalia, al oeste, el Estado más poblado, y en el de Schleswig-Holstein, en el norte. Finalmente, en septiembre, los alemanes definirán la composición del Parlamento nacional y, en consecuencia, el gobierno para los próximos años.

 

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