En un actividad que muchos rechazan y no la consideran un deporte sino maltrato animal, «el torero fue toreado». El destino le jugó una mala pasada al torero mexicano Antonio Romero, quien sufrió una grave herida en el recto luego de una severa cornada que le rasgó la zona anal aproximadamente 30 centímetros durante el segundo festejo de la Feria de Cuaresma celebrado en la plaza de toros Monumental de México.
El doctor Rafael Vázquez Bayod informó que el torero fue sometido a una colostomía debido a graves lesiones en el recto y un esfínter anal destruido:
«La cornada es muy grave, muy seria, una lesión muy, muy severa en la región ano-rectal. Una cornada de muchísima energía que destroza completamente el esfínter anal y lesiona de manera muy grave el recto», dijo a NTR Toros.
«El paciente está bien, ha aguantado perfectamente la cirugía, una situación grave que pone en peligro su vida en un momento por la severidad de la lesión, pero ya los daños están controlados. Vamos a esperar a las próximas 24 horas para mañana iniciar la reconstrucción del ano» agregó el médico.
El responsable de la herida o el animal que solo utilizó sus cuernos como defensa, fue Caporal, un toro de más de 500 kilos.
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