Día Mundial Forestal: Los bosques son sinónimo de vida plena

El 21 de marzo se celebra el Día Mundial Forestal; fecha acordada por la FAO hace 46 años atrás; dedicada a destacar la importancia de los recursos forestales en el mundo. Este día, es muy particular porque se corresponde con el inició del otoño en el Hemisferio Sur y de la Primavera en el Hemisferio Norte; ambas estaciones tienen una con fuerte incidencia sobre los ecosistemas forestales del planeta. Cabría entonces preguntarse si en estos 46 años adquirimos real conciencia sobre la importancia de los bosques para la sustentabilidad planetaria y local.

 

Los bosques cubren un tercio de la superficie terrestre del planeta y juegan un papel fundamental en la vida de muchos de sus habitantes y un cuarto de la población mundial, según la FAO, incluidas las culturas indígenas, que dependen de los bosques para poder vivir. Son los ecosistemas terrestres más diversos, albergando una gran biodiversidad; más del 80% de las especies animales y vegetales se encuentran en los ecosistemas forestales.

 

Es así que, los ecosistemas forestales, brindan servicios ambientales indispensables para garantizar el desarrollo sostenible de una región. Estos servicios tiene que ver principalmente con la: regularización del ciclo de agua, biodiversidad, fijación de nutrientes y CO2, belleza paisajística, protección de los suelos, eco-turismo, entre otros.

 

Las cuencas hidrográficas y humedales forestales suministran el 75% del agua dulce accesible en el mundo para satisfacer las necesidades domésticas, agrícolas, industriales y ecológicas. Conservando los bosques podemos garantizar agua, buena y permanente y a su vez, mantener los suelos excelente condiciones físico, químicas y bilógicas.

 

Pero pese a todos estos beneficios ecológicos, económicos socioculturales que brindan, la desforestación, tanto a nivel global y como en el país, continúa a un ritmo alarmante; basta con observar las estimaciones, que realizan algunos organismos internacionales, que a nivel global rondaría los 13 millones de hectáreas por año.

 

La Argentina se caracteriza por tener en su territorialidad una rica diversidad de ecosistemas forestales nativos conformados por seis (6) regiones: 1) el Parque Chaqueño; 2) la Selva Misionera, 3) la Selva Tucumano Oranense, 4) los Bosques Andino Patagónicos, 5) de Monte y 6) del Espinal.

 

Los bosques nativos en nuestro país, a comienzos del siglo XX (allá por el año 1914) cubrían más de 100.000.000 hectáreas; 1/3 de su territorial continental.

 

El censo agropecuario de 1937 se puede observar una disminución significativa con respecto a lo que se disponía en 1914, pues la superficie se estimaba en 37.535.000 hectáreas; de allí en más, las estimaciones subsiguientes sobre las superficies cubiertas con bosques nativos fueron reflejando una pérdida paulatina y sostenida del recurso.

 

El Primer Inventario del Forestal Nacional de Bosques Nativos determino, en el año 2002, la existencia de 33.190.442 hectáreas de bosques rurales y tierras forestales.

 

En año 2006, la Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal de la Dirección de Bosques de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, estimaba la superficie en menos 30.000.000; con lo que podemos afirmar que en los últimos 100 años la pérdida de territorialidad, con bosques nativos, fue de más de 70.000.000 hectáreas; lo que equivale al 25% de la territorialidad continental Argentina y significa una pérdida de casi el 70 % de la superficie boscosa del País, con el consecuente impacto sociocultural, eco-ambiental y económico que ello implica.

 

Datos nacionales:

Según el Informe de Estado de Implementación  de la Ley 26.331, de acuerdo a los ordenamientos territoriales realizados por las distintas provincias,  la superficie total de bosques nativos es de 53.873.578 hectáreas, de las cuales el 19% corresponden a la categoría Roja, el 60% a la amarilla y el 21% a la verde. Estos datos que hacen cierto ruido a la hora de contrastar con los valores arrojados por el último inventario forestal de 2002 que daba una territorial boscosa del orden 33.200.000 hectáreas.

En Argentina, la deforestación es proceso que sigue avanzando y afectó a sus principales ecosistemas forestales; cabe reseñar que estamos entre los 10 Países que más deforesta.

La deforestación hay que entenderlo como proceso territorial de cambio de uso del suelo, con graves consecuencias: eco-ambientales, socioculturales y económicas; a su vez esta dentro de las cinco (5) emergencias ambientales, a nivel mundial.

Si bien existen marcos normativos, desde la Ley Nacional Nº 13.273 “Defensa de la Riqueza Forestal” del año 48, hasta la Ley Nacional Nº 26.331 “Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de Bosques Nativos”, que tiene por finalidad la conservación y mantenimiento de los bosques nativos y los servicios ambientales que estos brindan, del año 2007, a la fecha han pasado más de 68 años y el bosque nativo sigue perdiendo territorialidad por avances, principalmente, de actividades agropecuarias.

Muchas veces, los esfuerzos de los Estados Provinciales, como el caso de nuestro, no tienen su correlato nacional.

Este 21 de marzo, debemos dedicarlo a reflexionar, propiciando ámbitos de debates técnicos, académicos, sociales y políticos que nos posibiliten construir consensos colectivos desde lo social, económico y político-institucional, y con la finalidad de definir Políticas de Estado en favor de la conservación de los ecosistemas boscosos del país; pero poniendo muchísimo énfasis en la valoración de sus servicios ambientales para garantizar una matriz eco-territorial que consolide nuestro  desarrollo sostenible.-

Alguien dijo alguna vez: “…Cuando no se tiene un puerto de destino ningún viento termina siendo favorable”.-

 

(*)Mat. Prof. Co.In.For. Nº: 082

Tuit: @JaimeGLedesma

E-mail: [email protected]

 

 

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