«Finalmente comprendimos que no fue un atentado a la comunidad judía, sino contra todos los argentinos»

El presidente Mauricio Macri recibió esta mañana en la residencia de Olivos a familiares de víctimas y sobrevivientes del atentado a la embajada de Israel perpetrado hace 25 años.

 

«Finalmente comprendimos que no fue un atentado a la comunidad judía, sino contra todos los argentinos», sostuvo el jefe de Estado al saludar a unos 50 familiares y sobrevivientes argentinos e israelíes del atentado a la embajada de Israel, que el 17 de marzo de 1992 provocó la muerte de 29 personas y decenas de heridos.

 

El presidente Mauricio Macri recibirá esta mañana en la residencia de Olivos a familiares de víctimas y sobrevivientes del atentado a la embajada de Israel perpetrado hace 25 años.

 

De acuerdo a lo informado, a las 9 el jefe de Estado saludará en Olivos a familiares de las víctimas y a sobrevivientes argentinos e israelíes del atentado a la embajada de Israel, que el 17 de marzo de 1992 provocó la muerte de 29 personas (7 no identificadas) y decenas de heridos.

 

Según se remarcó, será la primera vez que familiares de las víctimas y sobrevivientes del ataque vienen especialmente de Israel a la Argentina para reunirse con un presidente.

 

La embajada del Estado de Israel en Buenos Aires fue volada por un atentado terrorista ocurrido el 17 de marzo de 1992.

 

A las 14.47 de aquel martes 17 de marzo, el centro de Buenos Aires fue sacudido por una explosión en Arroyo 916, domicilio de la sede diplomática israelí en Argentina.

 

La principal hipótesis de la investigación se inclinó a culpar a la organización Hezbollah, con base en El Líbano y apoyada por la República Islámica de Irán, supuesto organizador intelectual del ataque.

 

Como el atentado afectó a una delegación extranjera, la investigación quedó en manos de la Corte Suprema de Justicia, que el 24 de marzo de ese año abrió el expediente 143/1992 que continúa en poder del máximo Tribunal.

 

En tanto, las pesquisas de la instrucción quedaron en manos de la Comisaría 15 de la Policía Federal.

 

Peritos señalaron la presencia de una camioneta Ford F-100, que merodeó la zona al momento del siniestro, y que, cargada de explosivos, fue conducida por un terrorista suicida que la explotó frente a la delegación diplomática.

 

Esa terminó siendo la versión oficial sobre el ataque que se impuso tras la creación, en 1997, de una Secretaría Especial que asumió la investigación bajo la dirección de Esteban Jorge Canevari, funcionario del tribunal que encabeza el Poder Judicial argentino.

 

La detención de cuatro ciudadanos de Pakistán y la imposibilidad de determinar el número exacto de muertos, son dos hechos que indican la manera en la cual Levene llevó el caso hasta la puesta en funciones de Canevari.

 

Los ciudadanos paquistaníes fueron detenidos tres días después del ataque y, aunque quedaron liberados una semana después, continuaron vinculados a la causa durante siete años, hasta que finalmente los sobreseyeron.

 

En 1999, la investigación pareció cobrar un nuevo impulso, al solicitar Canevari la captura internacional de Imad Mughniyieh, entonces jefe militar de Hezbollah.

 

En 2006, y por impulso de los familiares de las víctimas, la Corte Suprema compuesta por los jueces Enrique Petracchi, Elena Highton de Nolsaco, Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni, Ricardo Lorenzetti y Carmen Argibay declaró la causa como «imprescriptible».

 

Con esa acordada, el tribunal ratificó el trabajo de Canevari, a pesar de los escasos avances verificados en la investigación, y confirmó las órdenes de captura pedidas por el secretario.

 

La polémica por la supuesta inacción de la Corte en torno al esclarecimiento de lo sucedido durante el ataque a la Embajada tuvo otro capítulo durante el discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso en 2015 por parte de la entonces presidente Cristina de Kirchner.

 

En esa oportunidad, la mandataria cuestionó a la máxima autoridad judicial por no haber arribado a resultados concretos durante la investigación.

 

«¿Alguien le puede informar a esta Presidenta cuál es el resultado de esta investigación que llevó adelante la Corte del atentado de la Embajada de Israel? ¿Quiénes son los condenados? ¿Cuáles son los procesados? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Y me puede informar por qué el Estado de Israel no reclama por la Embajada y sí por (el atentado a) la AMIA?», había preguntado la jefa de Estado.

 

Dos días después, durante el acto de apertura del año judicial, el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, replicó a la expresidente al afirmar que «hubo una sentencia en 1999» y que, por lo tanto, era «cosa juzgada».

 

Las declaraciones de Lorenzetti en el Palacio de Justicia desencadenaron fuertes críticas no solamente de autoridades gubernamentales sino también de entidades comunitarias, a tal punto que el máximo tribunal tuvo que salir a aclarar que «continuaba la investigación» del atentado contra la sede diplomática israelí.

 

Más de siete meses después de ese cruce de declaraciones, la Corte Suprema resolvió tomar la iniciativa a través del pedido de captura internacional de los dos sospechosos de haber integrado la célula terrorista de Hezbollah que detonó los explosivos, aunque tras ello no hubo novedades al respecto.

 

El 18 de julio de 1994, otro atentado voló la mutual judía de la AMIA en el barrio de Once y provocó 85 muertos en un hecho que tampoco pudo esclarecerse y que nadie pudo desvincular fehacientemente de la matanza perpetrada en la calle Arroyo.

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