No será un partido más el que se producirá, desde las 19:30, en el Arena Condá. Chapecoense, luego de la tragedia aérea que sufrió durante un vuelo para disputar la final de la Copa Sudamericana, disputará el primer encuentro como local en su historia en la Copa Libertadores. Su contrincante será un necesitado Lanús.
El Granate, que se clasificó a este certamen como el campeón argentino, inició de mala manera al caer en su estreno ante Nacional por 1 a 0. Esto, sumado a la inesperada victoria de Zulia de Venezuela en suelo uruguayo, dejó a todos sus rivales con tres unidades.
La goleada sufrida por Racing el fin de semana pasado hizo que los de Jorge Almirón estén urgidos de un triunfo para levantar el ánimo y poder acomodarse dentro del Grupo 7.
Para este compromiso, el director técnico del elenco del Sur del Gran Buenos Aires realizará una variante, con respecto al 11 que sucumbió contra el Bolso. Nicolás Aguirre le ganó la pulseada a Matías Rojas y desplazará a Nicolás Pasquini de la zona media.
«Chapecoense es bastante sólido, vuelve a jugar de local con todo lo que eso lleva de emocional porque un equipo que vuelve a jugar después de la tragedia que tuvo, va a haber mucha tensión», confesó el técnico.
El cuadro de Santa Catarina montó una verdadera fortaleza en el Arena Condá ante los argentinos. En sus tres enfrentamientos, nunca perdió: venció a River en la Sudamericana 2015 e igualó ante Independiente y San Lorenzo en la Sudamericana 2016.
Los dirigidos por Vágner Mancini vencieron en su primer encuentro por 2-1 a Zulia en Venezuela y realizarán un solo cambio respecto de ese cotejo: Rossi por Arthur.
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