A Macri le cuesta el presente pero apuesta al futuro y Misiones atiende las 24 horas

El presidente Macri encuentra en el pasado y el futuro los principales aliados para sostener su imagen, pero el presente parece empecinado en estropearle los planes. Las constantes alusiones al pasado en clave de diferenciación política y al futuro en clave de promesa inundan el discurso presidencial, pero el presente entrega datos poco alentadores. Aún así consigue sostener niveles altos de respaldo lo que indica que a pesar de la coyuntura poco favorable, su gestión genera expectativas positivas, al menos en parte del electorado.

En su discurso del 1 de marzo pidió “que no nos regalen el presente para hipotecarnos el futuro”,  planteando así que un presente de bienestar cimentado en bases ficticias comprometería el futuro y que el único camino para un futuro de bonanza requiere un presente de sacrificio.

Macri dejó implícito además que en el pasado sí hubo quienes regalaron el presente e hipotecaron el futuro y allí una explicación que lo eximiría de responsabilidades por la coyuntura actual. Según esta interpretación de la realidad, el pasado es el tiempo en que se contrajo la enfermedad, el presente el tiempo del remedio que tiene mal sabor y provoca malestar, pero que finalmente permitirá un futuro de salud y plenitud.

El argumento aporta una explicación para entender por qué un gobierno que no consigue satisfacer las expectativas que generó en campaña, todavía mantiene ilusionada a una buena parte de la población.

A favor del Gobierno actual, vale decir que si las referencias negativas al kirchnerismo siguen dando buenos resultados en términos comunicaciones, es porque Macri y sus partidarios no son los únicos convencidos de que las responsabilidades por muchos de los males presentes no se encuentran en el gobierno actual sino en los anteriores, tesitura que también comparten muchos analistas económicos.

Pobreza, despidos y marchas

Si desde Cambiemos prefieren hablar del futuro y del pasado, es porque el presente exhibe datos negativos. En el plano económico, el INDEC anunció el viernes que la inflación de febrero fue de 2,5 por ciento, lo que deja serias dudas respecto a la posibilidad de que se cumpla la meta de 17 por ciento anual establecida por el Banco Central, uno de los pilares del plan económico en marcha.

Lo que resulta particularmente negativo es que la inflación se mantiene alta a pesar del estancamiento de la economía, la pérdida de empleo, la caída del consumo y la baja del poder adquisitivo del salario.

La industria, las economías regionales y fundamentalmente los trabajadores son las principales víctimas de la recesión: desde el Sindicato Único del Calzado (SUC) advirtieron hace pocos días que en lo que va del año se perdieron en ese sector 4.500 puestos de trabajo y se produjeron más de 2.000 suspensiones, mientras que la empresa Sancor, una de las líderes del país en producción de lácteos, anunció el cierre de cuatro de sus plantas y el despido de 500 trabajadores.

Nobleza obliga a aclarar que la crisis de esos dos sectores comenzó mucho antes del gobierno de Macri.

El dato más negativo de la semana llegó de la mano del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA), cuyo último informe, actualizado a septiembre del año pasado, marca que la tasa de pobreza en Argentina llegó al 32,9 por ciento, lo que revela que en los primeros nueve meses de gobierno de Macri la pobreza aumentó 3 puntos porcentuales, eso quiere decir que en ese período 1,5 millones de argentinos cayeron debajo de la línea de pobreza.

Si bien el Gobierno nacional no consiguió cumplir con la promesa electoral de bajar la pobreza, vale reconocer que tampoco la administración de Cristina lo había conseguido en su último mandato, contrariamente a la retórica de la justicia social que impregnaba su discurso.

Según consta en el documento de la UCA “durante el último año, las medidas de ajuste económico, el contexto internacional adverso, la política anti-inflacionaria y la rezagada inversión privada y pública habrían agravado el escenario de crisis, más recesivo y adverso en materia de empleo y poder adquisitivo para amplios sectores sociales”.

El mismo trabajo aclara que los actuales niveles de pobreza se asemejan a los registrados en 1983, 1987, 1994 y 2009 y que están muy lejos de los observados durante las últimas dos mayores crisis sociales del país, la del 1988-1990  y la de 2001-2002.

Por otra parte, desde la UCA consideraron como un “cambio muy positivo” que el Indec haya comenzado con el gobierno de Mauricio Macri una “recuperación y difusión de información estadística confiable”.

En el plano político, la semana tampoco fue tranquila para Cambiemos y estuvo marcada por dos temas que dominaron la agenda: la marcha de la CGT y el conflicto con los docentes. Como pareciera tradición en Argentina, las relaciones entre las fuerzas sindicales y los gobiernos son más tensas cuando el sillón de Rivadavia no lo ocupa un peronista y Macri comienza a sufrir en carne propia ese estigma.

A pesar de tener buena relación con varios de los popes del sindicalismo argentino, el Gobierno nacional enfrenta una clara amenaza de paro general por la presión ejercida desde las bases, lo que quedó en evidencia con la marcha del 7M. Frente a este panorama, funcionarios de primera línea de Cambiemos atribuyen el clima de efervescencia a la acción de elementos que responden al kirchnerismo y a otras fuerzas políticas opositoras que estarían atizando los reclamos con el objetivo de deslegitimar al gobierno con fines electoralistas.

La batalla más significativa en ese plano es la de Eugenia Vidal con Roberto Baradel, la dirigente de Cambiemos con mayor proyección, la piba de oro de Macri, contra un líder gremial identificado con el kircherismo más duro y que además cuenta en su haber con un álbum entero de fotos en las que aparece acompañado con dirigentes que ostentan altos niveles de rechazo, como Amado Boudou.

Ese es sin dudas el enfrentamiento con mayor carga simbólica, no sólo por la caracterización de los contendientes sino también porque la contención de los salarios docentes frente a la presión sindical, sería una demostración de la firmeza en el compromiso de reducir el gasto público que no pasaría desapercibida para las demás fuerzas sindicales, de allí la tenacidad rayana con la obstinación de la negativa del Gobierno nacional a convocar a paritarias docentes.

Con el traje de bombero

A los gobernadores e intendentes de todo el país les toca la intrincada tarea de sacar adelante una administración en un contexto al que benévolamente podría calificarse como difícil. Por un lado la inflación no disminuye, lo que impulsa reclamos salariales por demás justificados, pero por otro lado la economía sigue en caída, lo que determina que haya menos recursos para repartir. A ello se suma que los índices de pobreza aumentan en todo el país, lo que obliga a reforzar el gasto orientado a la contención social. Todos necesitan un pedazo cada vez más grande de una torta que es cada vez más chica.

Con la convicción de que problemas excepcionales requieren dedicación excepcional, en Misiones la opción adoptada por el Gobierno provincial para enfrentar las crisis que se multiplican desde el inicio del año, es la presencia constante, la apertura al diálogo y la respuesta rápida.

Desde la Provincia reconocen que sería poco menos que imposible evitar conflictos en un contexto marcado por una crisis económica que se siente en todo el país y con los condimentos particulares de un año electoral, por eso se proponen contrarrestar las dificultades que impone el entorno aplicando un modelo de gestión activo, lejos de la burocracia de la que por regla general adolecen las administraciones públicas.

Como ejemplo de ese compromiso, el último sábado -día poco habitual para desarrollar actividades de gobierno- Hugo Passalacqua y el ministro del Agro José Luis Garay, se reunieron con yerbateros para seguir trabajando en soluciones para la crisis que afecta a ese sector, al mismo tiempo que el secretario de Hacienda, Adolfo Safrán y los ministros de Educación y Trabajo, Ivonne Aquino y Carlos Agulla respectivamente, participaban de la Mesa de Diálogo en el marco de la cual se acordó un nuevo incremento para los docentes.

Teléfono prendido las 24 horas y disposición permanente sin francos ni feriados, fueron la condiciones que Passalacqua impuso a su gabinete de ministros y a sus colaboradores más cercanos.

 Soberanía fiscal

En una semana en la que el equipo económico del Gobierno nacional volvió a la carga a través de los medios de comunicación con su idea de impulsar una reforma fiscal que elimine Ingresos Brutos y otros impuestos provinciales, desde Misiones reiteraron la exigencia de un incremento en la coparticipación y la defensa de la autonomía de las provincias para recaudar.

En una conferencia de prensa conjunta, Passalacqua y el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, destacaron las buenas relaciones que supieron cultivar los gobiernos de Misiones y el de Macri, pero dejaron en claro que defenderán con uñas y dientes el modelo fiscal misionerista que se apoya en la recaudación propia. Rovira remarcó que ante la disyuntiva de financiar el estado con recaudación propia o con deuda, los gobiernos renovadores siempre van a elegir la primera opción.

Por otra parte, ambos volvieron a exigir para Misiones la recuperación del 30 por ciento de coparticipación cedida durante el gobierno radical de Ricardo Barrios Arrechea, lo que consideran una reivindicación histórica que demanda la provincia.

Herramienta que iguala

Otro de las hechos de la semana que pasó fue el inicio del ciclo lectivo 2017 que en Misiones llegó con la inauguración de 29 escuelas y con la novedad de la puesta en funcionamiento de la Escuela de Robótica, institución única en el país que podrá la última tecnología en informática al alcance de niños y adolescentes de Misiones, acompañada de capacitación a cargo de personal altamente calificado.

Con la Escuela de Robótica la provincia vuelve a destacarse en el uso de tecnología aplicada a la educación, rasgo que ya se evidenció durante la ejecución de los programas de entrega de netbooks a estudiantes y de aulas virtuales, proyectos nacionales que en Misiones encontraron los más altos índices de ejecución gracias al apoyo del Gobierno provincial, de las escuelas y del interés de los propios estudiantes y sus familias.

El objetivo que persigue la administración provincial detrás de estas acciones es nivelar las condiciones de acceso a la tecnología, con la convicción de que de ese modo mejoran las posibilidades de inserción laboral y de desarrollo personal de los niños de las franjas más humildes de la población.

Desafío de género

Además de marchas y manifestaciones, el Día de la Mujer dejó Misiones claras definiciones políticas y un desafío concreto enunciado por el Gobernador. En el acto oficial realizado para tal fecha en Santo Pipó, el mandatario se comprometió a continuar luchando contra la violencia de género y promoviendo la inclusión de mujeres en los espacios de poder.

En su discurso, Passalacqua planteó como meta que la mitad de los municipios estén encabezados por mujeres. “Me comprometo, no sé cómo voy a hacer pero este es un juramento que hago en Santo Pipó, a esforzarme para llegar a que la mitad de los intendentes sean mujeres”, indicó el mandatario en un acto que tuvo una convocatoria multitudinaria y que se destacó por la presencia de numerosas dirigentes jóvenes que se mostraron muy entusiasmadas con el desafío de convertirse en las protagonistas de la renovación de la política.

El mandatario invitó además a revisar la situación de mujeres que permanecen encarceladas por haber matado o agredido a hombres en situación de violación o abuso, marcando de ese modo una postura firme en relación a uno de los reclamos más sostenidos de los grupos que abogan por la defensa de los derechos de las mujeres.

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