Inversores americanos recorrieron plantaciones y aserraderos de la provincia con interés concreto de negocios forestales

 

El director de Maradei, Pike & Asociados, Daniel Maradei, analizó en la entrevista con ArgentinaForestal.com el escenario para las inversiones foresto-industriales en el país y confirmó el interés concreto de inversores americanos de inyectar capitales extranjeros en el negocio de la industria de la transformación de la madera y en plantaciones forestales en Misiones.

 

El profesional tiene un fuerte vínculo con la provincia, ya que forjó su experiencia y consolidó su trayectoria en el sector tras su participación en diversos proyectos y trabajos de asesoramiento al sector público y privado en forma sostenida durante los últimos 40 años. Maradei fue directivo en compañías como Celulosa Argentina, Massuh SA, Latin America Timber Investments, Pérez Companc – Petrobras Energía SA, Multimaderas SA, Forestadora Tapebicua SA, entre otras. Gerenció el CIEF (Centro de Investigaciones y Experiencias Forestales) y realizó asesoramientos técnicos a diferentes gestiones forestales de la Secretaría de Agricultura de la Nación, como también tuvo participación en proyectos  que se llevaron adelante en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Entre Ríos,  Corrientes y Misiones.  A nivel internacional participó de proyectos en Paraguay, Uruguay y países de la Unión Europea, y es convocado en conferencias internacionales como un referente del sector en la Argentina. En la actualidad maneja un porfolio de clientes desde su propia consultora forestal, incluida la Subsecretaría de Desarrollo Forestal del Ministerio del Agro y Producción del Gobierno de Misiones.

 

En el reportaje realizado, Maradei se refirió al mercado internacional y analizó la factibilidad real que existe para concretar la instalación de nuevas fábricas de celulosa y papel en la región frente a los principales jugadores mundiales de China, Europa, Indonesia y Brasil, que tienen en marcha proyectos que definirán el contexto global para el mercado de los distintos segmentos de la cadena de valor foresto-industrial y marcarán el camino para el desarrollo de negocios competitivos. En ese marco, el profesional además analizó la situación de Misiones para atraer nuevas inversiones en el sector forestal y sostuvo que las oportunidades están en la producción de tableros compensados y generación de energía a partir de biomasa forestal.

 

 

AF: ¿Cuál es su visión del escenario actual de la Argentina para las inversiones forestales?

DM: Está mejorando, sin dudas. Está demostrado por el interés que hay de una gran cantidad de inversores que quieren saber qué medidas se están adoptando en el país, quieren información de qué está sucediendo concretamente en la Argentina.

Hay interés concreto de diversos grupos del exterior, que han visto algunos avances positivos ante el cambio de escenario argentino en el último año.

En el caso de mi consultora, estamos en contacto fundamentalmente con inversores americanos. En menor medida con europeos, pero hay interés concreto en invertir en el país.

En estas semanas estuve recorriendo zonas forestales del NEA con inversores de Estados Unidos.

 

AF: ¿Y en qué segmento de toda la cadena foresto-industrial habría interés de negocios de los inversores americanos?

DM: En adquirir plantaciones o iniciar un proyecto de forestación propio, y en potenciar pequeñas y medianas industrias ya instaladas, por ejemplo. Fundamentalmente, los inversores que están en contacto conmigo. Aclaro esto, ya que no significa que este sea todo el universo de interés de los inversores potenciales.

Ellos (los americanos) están viendo avances significativos en la apertura del país hacia el mundo, en la posibilidad de poder hacer inversiones sin tener retenciones del capital que puedan invertir aquí; de poder exportar las ganancias que puedan tener; vieron que hay mejoras en la Ley de Tierras, que hubieron avances en algunas desregulaciones para facilitar el uso de las barcazas o que se impulsan iniciativas como el Plan Belgrano que está intentando reducir costos de logísticas con el uso del ferrocarriles. Es decir, que son varios aspectos que están bien considerados por los potenciales inversores. Sin dudas falta mucho por hacer. No son soluciones mágicas, todo lleva su tiempo. De todas maneras, hay expectativas muy buenas.

No estuve en contacto con potenciales inversores interesados hoy en proyectos celulósicos-papeleros en la Argentina, pero esto no significa que no existan. Hoy el mercado de pulpa está dominado por muy pocos jugadores, hay proyectos en marcha o anunciados muy avanzados, que están por encima del millón de toneladas de producción anual, incluso hasta dos millones de toneladas.

También hay que considerar que hay potenciales inversores que están expectantes a las elecciones legislativas, para ver si realmente este proyecto del gobierno nacional tiene el consenso necesario para confiar. Todo va a pasar por lo que se defina en el Congreso en las elecciones.

Hay otros factores que influyen también, hay inversores que están esperando un dólar más competitivo, es decir, aún hay que trabajar para generar un mejor clima de inversión. Pero estas medidas que son necesarias, no son materia pendiente de la actual gestión de gobierno o de la gestión anterior del gobierno de Kirchner, son medidas que se necesitan desarrollar desde hace muchos años en el país.

El transporte fluvial argentino es uno. No somos competitivos con  países vecinos como Brasil, Uruguay o Chile, que tienen los bosques mucho más cercano a los puertos de aguas profundas. Y esos costos internos, comparado con nuestros vecinos, son muchísimos menores a los nuestros.

Estuvimos analizando la posibilidad de hacer exportaciones desde Corrientes, y realmente, cuando  uno hace todos los costos (desde la producción hasta que coloca el producto dentro de un contenedor) somos muy competitivos, porque la materia prima y mano de obra es barata y tenemos otros aspectos que nos hacen eficientes y favorecen para serlo. Pero la verdad es que, una vez que el producto se coloca arriba del contenedor para llevar a Europa o China, es cuando los costos se disparan y perdemos competitividad.

 

AF: ¿Y cuál es la situación actual de la actividad forestal en la Argentina? El ritmo de plantación en el país, desde hace unos años ha disminuido o se ha paralizado, ya que se mantiene en 1,2 millones de hectáreas forestadas –entre pinos y eucaliptos- en los últimos 10 años según datos oficiales. No hay incremento de superficie o no hay información actualizada. Tierra para crecer en forestación sin competir con otras actividades hay.  Por otro lado, la millonaria deuda del subsidio y el atraso en la aplicación de los beneficios de la Ley 25.080 como la Estabilidad Fiscal para las empresas afectó la confianza. ¿De igual forma hay un cambio que hace más atractiva la inversión forestal?

DM: Si. Es real que está muy reducido el nivel de plantaciones en el país por varias razones. Por un lado, hay muchos productores y viveristas que dependen del subsidio de la Ley 25.080 (Inversiones para Bosques Cultivados), y toda la disminución o prorroga de pagos hizo que impacte muy fuerte en la continuidad de plantación del pequeño y mediano productor.

Por otra parte, el impacto que sufrió el mercado, ya que existió una disminución significativa del consumo de la demanda de madera, principalmente en los aserraderos.

La buena noticia es que en los últimos meses han salido pagos de la operatoria de la Ley de promoción forestal a un nivel importante, montos significativos. Además, daría la impresión que empieza a sentirse en estos primeros meses del año un repunte en la construcción, y tenemos la promesa de un incremento en la obra pública que indudablemente creemos que traccionará a que los aserrados recuperen el nivel de demanda.

Y, si se logra reducir costos de la logística interna, también se podrá volver a pensar en exportar y recuperar mercados.

En esto influye mucho el cambio de la moneda, con un dólar de 15,50 hay muchas exportaciones que no se van a poder realizar. Esta es otra realidad.

 

AF,¿Igualmente, en este contexto, es negocio forestar en la Argentina? 

DM: Siempre fue negocio plantar en la Argentina. Somos muy eficientes en la producción de la materia prima. Los rendimientos que se obtienen y los costos de producción en el país, desde el valor de la tierra hasta la cosecha forestal, son muy difíciles de igualar en cuanto a eficiencia con otros países del mundo. Obtener 40 metros cúbicos de pinos en un suelo de 1.500 dólares por hectárea no existe en otra parte del mundo. Y en esto radica la oportunidad que están visualizando los inversores del exterior.

Estos rendimientos con estos costos, sumado a la seguridad jurídica que existe en la Argentina -comparada con otros países que buscan al igual que nosotros atraer inversores-, hacen atractiva la actividad forestal para el capital extranjero. Cuando uno analiza “el todo” para una inversión forestal extranjera y las distintas opciones, nos tenemos que comparar con Indonesia, África del Sur, con países de América del Sur (Venezuela, Colombia, Perú). Y la verdad, es que no salimos mal en la “fotografía”, al contrario, estamos mejor vistos. Y desde el punto de vista de crecimiento de las plantaciones, rendimientos y de costos,  salimos aún mucho mejor en la foto. Sonrientes, diría.

 

DM: ¿Paraguay creció en posición para atraer inversiones forestales con respecto a la Argentina?

Paraguay tiene un potencial tremendo. No compite con Argentina porque son escenarios muy diferentes para la inversión forestal. Paraguay aún tiene algunos aspectos que resolver, como la seguridad jurídica, que sigue siendo una mochila pesada.

En octubre de 2015 estuve en un encuentro internacional en Londres, antes de las elecciones, y la República de Paraguay figuraba como un destino que se posicionaba mejor que la Argentina. Es más, la Argentina no figuraba. El planteo era que la Argentina no participaba del mercado mundial.

Hoy esto cambió totalmente. Hoy nos eligen para organizar congresos internacionales, desde Nueva Zelanda por ejemplo, porque piensan que la Argentina tiene mucho para mostrar. Realmente hay cambios apetecibles para los inversores internacionales y el Estado Nacional se encuentra trabajando para dar señales positivas al inversor externo.

La Agencia de Inversiones, en conjunto con el equipo del Ministerio de la Producción y del Ministerio de Agroindustria, están haciendo un esfuerzo muy grande para el sector forestal que todavía no se alcanza a vislumbrar pero esto se debe a que aún hay muchos aspectos que requieren de soluciones legislativas.

Todos sabemos que la situación para el oficialismo es compleja, habrá que esperar.

 

 Por Patricia Escobar 

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