Mujer: fuente de fe, dignidad y vida

 

 

Es la mujer fuente de fe, dignidad y vida. Con su abnegación, tesón y perseverancia, fortalecen cotidianamente la humanidad generando esperanzas de un mañana mejor. Es el antídoto al “no sentido de la vida”.

El autor Vygotski, nos dice que el gesto es el primer signo visual que contiene en sí mismo la futura comunicación del niño; quien más que la mujer con su intuición para ese rol de primer educadora con sus gestos como escrituras en el aire.

 

Francisco las suele mencionar por su permanente ejemplo de lucha y fortaleza que mantiene vivo a los pueblos y por su merecimiento del “Nobel” al diestro manejo del tiempo en su carácter de madres.

Pese a sus difíciles vivencias, reaseguran las tradiciones  en su genético rol de columna vertebral de la familia, de los migrantes y de la humanidad toda. En Paraguay describió la historia de ese país: “Sobre sus hombros de madres, esposas y viudas, han llevado el peso más grande, han sabido sacar adelante a sus familias y a su País..”, características inmanentes al género que se han reiterado en la historia.

 

Sin duda los actos de violencia machista hacia las mujeres constituyen uno de los grandes males de nuestra sociedad. Su persistente reiteración en los medios, puede simular la existencia de nuevos.

 

Juan Pablo II en su Encíclica MulierisDignitatem citó: “La mujer no puede convertirse en objeto de dominio y de posesión masculina, es co-sujeto”, M D- IV, 10.

 

Es momento de instruir a nuestros niños sobre los beneficios de una convivencia en armonía y paz con el otro género y nuestra casa el planeta. Enseñándoles gestos y conductas de reconciliación, perseverancia y perdón a fin de generar los cambios de tendencias y un acercamiento a la “civilización del amor” como solía llamarla Pablo VI.

Momento de acompañar a las mujeres en generar procesos que “encapsulen” conductas egoístas, vengativas y rencorosas que sólo conducirán a violencia y destrucción de afectos, familias y pueblos. Poseemos la receta de nuestro papa de actuar con el corazón en un ambiente de diálogo sincero, sin tecnología que distraiga y llevando adelante una familia con “permiso, gracias y perdón” que aunque no sean palabras mágicas, nos brindarán puentes a momentos de armonía y paz. Hacer uso del “poliedro” de Francisco, encontrando la riqueza en la diversidad de sus caras aunque con una unidad que conserva las propias identidades.

 

Podríamos llegar a estar errando al educar al estilo del siglo XIX para un futuro que desconocemos frente a los cambios socio- económicos que está generando la 4ta. revolución industrial.

 

Aceptando “al otro género”, sus cambios de roles y consecuente reposicionamiento socio-económico evitaremos así discriminaciones, muertes y sufrimientos en las mentes de nuestros niños.

 

Aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en un eslabón de un nuevo proceso” como lo indica la EvangeliiHYPERLINK «http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium.html»HYPERLINK «http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium.html»GHYPERLINK «http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium.html»audium, un diálogo en aras de la unidad. “La unidad es superior al conflicto”.

 

Estamos en Cuaresma, en las sagradas escrituras, FamiliarisConsortio, Mulierisdignitatem y Misericordia et misera nos hablan del respeto de Jesús hacia las mujeres. Son ellas las primeras en llegar al sepulcro y notarlo vacio; a ellas es confiada la misión confiada de llevar la buena nueva de la resurrección a los apóstoles, (Mt 28, 6).

 

La vida otorga la posibilidad de elección de embarcación: vela o motor. Aunque tarde o temprano seremos atareados tripulantes de modernos transatlánticos intentando esquivar icebergs por babor y estribor. Icebergs provocados por un calentamiento del clima de acuerdo a científicos y lo expresado en LaudatoSi.

 

 

 

 

Podemos navegar sin miedos mar adentro en las profundidades del amor entregándonos plenamente, dejando la seguridad de la orilla. Navegar enun profundo mar de secretos tal lo descripto por Rose Dawson, sobreviviente del Titanic, «el corazón de una mujer es un profundo mar de secretos».

 

Ante los bien conocidos sucesos bíblicos, Jesús respondió: “Aquel de vosotros que esté sin pecado que le arroje la primera piedra”. La fuerza de la verdad contenida en tal respuesta fue tan grande que se iban retirando uno tras otro comenzando por los más viejos.

«Anda y adelante no peques más«. El perdón es el signo más visible del amor del Padre, que Jesús ha querido revelar a lo largo de su vida.

 

Son las mujeres quienes con sus “perfumes de gestos” ponen en práctica las palabras de San Francisco de Asís: “allí donde haya odio, que yo ponga el AMOR, allí donde haya ofensa, que yo ponga el PERDON; allí donde haya discordia, que yo ponga la UNION; allí donde haya error, que yo ponga la VERDAD”, sin duda el futuro de la humanidad se fraguará con GESTOS, con la mujer como sinónimo de amor y combustible para la VIDA.

Quienes con el brillo de su humanidad avergüenzan a las estrellas.

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