Estados Unidos: Trump contraataca con un nuevo decreto del veto migratorio

Es una versión corregida de su polémico veto migratorio, que seguirá prohibiendo temporalmente la entrada de refugiados y detendrá la emisión de visados a ciudadanos de Irán, Somalia, Yemen, Libia, Siria y Sudán, todos ellos países de mayoría musulmana.

 

El nuevo decreto busca contrarrestar las cuestiones legales que rodearon la orden anterior, de enero pasado, que había entrado en vigor de manera inmediata y que causó caos y confusión en aeropuertos, protestas en Estados Unidos y el mundo y que en última instancia fue bloqueada por un fallo judicial.

Luego de varias idas y vueltas luego del freno de la Justicia, la Casa Blanca informó que la firma del nuevo decreto ocurrió por la mañana y en privado, y agregó que entrará en vigor a las 00.01 (02.01 de Argentina) del 16 de marzo y sustituirá al polémico veto emitido por Trump al término de su primera semana en el poder.

Al justificar la medida, el gobierno de Trump, que asegura que las restricciones son necesarias para combatir el islamismo radical y evitar atentados, afirmó que la Oficina Federal de Investigaciones investiga actualmente a 300 refugiados asentados en Estados Unidos por «actividades terroristas».

El secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que el nuevo veto migratorio es «vital» para la seguridad del país, y pidió a sus aliados en todo el mundo que «entiendan» que se trata de un esfuerzo «temporal» para reforzar los controles migratorios.

La directiva modificada es de alcance más limitado y especifica que la prohibición de entrada a Estados Unidos por 90 días para los ciudadanos de Sudán, Siria, Irán, Libia, Somalia y Yemen no se aplica a aquellos que ya hayan tramitado y obtenido una visa, dijo el vocero de la Casa Blanca, Michael Short.

 

Sin embargo, este visado válido debe haber sido conseguido antes de las 17 (las 19 de Argentina) del 27 de enero, la fecha en la que se emitió la primera orden ejecutiva sobre inmigrantes y refugiados.

Ese punto no quedó claro en el anterior decreto y se produjeron grandes trastornos en los aeropuertos de todo el mundo, pues ciudadanos con visados válidos no pudieron viajar a Estados Unidos.

A diferencia del decreto original, Trump decidió excluir a los nacionales de Irak de la suspensión de emisión de visados debido a que el Ejecutivo iraquí se ha comprometido a colaborar en la investigación de sus ciudadanos, según explicó el vocero.

Además, el nuevo decreto suspende la entrada a Estados Unidos, durante 120 días, de los refugiados de todo el mundo, con el fin de reforzar los procedimientos de seguridad y asegurarse de que las personas que piden asilo no suponen una amenaza para la seguridad de los estadounidenses.

El decreto sobre refugiados e inmigrantes no afectará a los ciudadanos que poseen la tarjeta de residente permanente («green card»), un permiso que permite a los extranjeros trabajar en el país y solicitar la ciudadanía estadounidense, explicó la Casa Blanca.

Los residentes permanentes vivieron con gran confusión en los días siguientes a la proclamación del anterior veto, debido a que las autoridades detuvieron en los aeropuertos a muchas personas con ese estatus.

Otra de las diferencias con el anterior decreto es que el nuevo elimina cualquier referencia a los cristianos, un grupo que había tratado de proteger en su anterior decreto, bloqueado por la Justicia.

En su anterior orden ejecutiva, Trump establecía que los cristianos sirios podían entrar a Estados Unidos, mientras que prohibía la entrada al país de manera indefinida del resto de refugiados provenientes de Siria y con otras creencias religiosas.

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