El Vaticano está impulsando encuentros de expertos mundiales sobre los grandes problemas de la actualidad.
En las últimas semanas hubo congresos sobre el tráfico de personas, de órganos y sobre el derecho al agua. Esta semana, de lunes a miércoles se hablará sobre medio ambiente y la extinción biológica.
Sin embargo lo que marcará especialmente estos días en la agenda del Papa será el comienzo del tiempo de Cuaresma, el período de preparación para la Semana Santa en la Iglesia. Comenzará el miércoles, tradicionalmente conocido como «el miércoles de ceniza”, en la que el Papa presidirá una ceremonia en la colina del Aventino.
La celebración comienza en la basílica de San Anselmo a las 16:30 de la tarde y termina en la basílica de Santa Sabina. Es tradicional que el Papa se desplace a pie de una basílica a otra: el camino es empinado; reflejo del espíritu de Cuaresma, tiempo de conversión y penitencia.
La basílica de Santa Sabina es la sede de los dominicos, la orden fundada por Santo Domingo de Guzmán en el siglo XIII.
Francisco mantendrá los otros dos actos públicos de la semana tradicionales, la audiencia general del miércoles por la mañana y el rezo del Ángelus el domingo en la plaza de San Pedro.
El domingo, después del Ángelus, partirá para su retiro espiritual en la zona de Ariccia, una pequeña localidad en las afueras de Roma.
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