El intendente de Itatí contó cómo su hija fue seducida por un narco

El jefe comunal habló de la relación que llevó a su hija a la cárcel. “No pudimos manejarlo”, afirmó. El municipio está salpicado por múltiples denuncias.

 

Natividad «Roger» Terán es intendente de Itatí desde hace tres años. La localidad, cabecera del departamento homónimo, está ubicada a orillas del Paraná y es un lugar estratégico para el ingreso de la marihuana desde Paraguay a la Argentina. Sin embargo, a pesar de convivir desde hace años con el problema, el tema nunca tocó al jefe comunal tan de cerca: su hija mayor, Mariela, fue detenida hace dos semanas acusada de formar parte de una de las tres bandas narco más grandes de la región.

 

La noticia impactó directo al corazón del municipio de Itatí: el 14 de febrero pasado Mariela Alejandra Terán (28), hija del intendente local, era detenida por Gendarmería junto a su marido Ricardo Walter Piris (38), por narcotráfico. Y ese fue sólo el comienzo.

 

 

Al día siguiente de esas detenciones se ordenó el allanamiento de la Municipalidad de Itatí y una semana más tarde Hernán Aquino (21), hermano del actual viceintendente de la localidad Fabio Aquino (FPV), y Vanesa Sosa, hermana de la concejal Marcelina Sosa (PL), fueron interceptados por Prefectura Naval a bordo de una camioneta en la Ruta Nacional Nº 118 a la altura de Loreto, transportando más de 500 kg de marihuana.

 

A eso se sumaron esta semana las declaraciones del cura local Pánfilo Ortega, que dijo que en Itatí «cuando ganaron las elecciones, ganaron los narcotraficantes» y que los narcotraficantes tienen «protección policial». Un testimonio poco afortunado por estos días, para el municipio de una localidad reconocida en gran medida por el turismo religioso.

 

Itatí es hoy un infierno grande. Las últimas noticias hicieron inevitable que los vínculos entre la droga y las autoridades locales se pusieran en tela de juicio y fue tal la repercusión, que el propio secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, puso la mirada sobre la ciudad correntina. «Queremos ir a fondo, caiga quien caiga, ya sea que haya cobertura política, policial o judicial. La idea es que se vaya a fondo», declaró en las últimas horas.

 

En medio de las críticas y las denuncias, Terán, intendente de Itatí y papá de Mariela, admitió en diálogo con Infobae que no lo sorprendió la detención de su hija. «Siempre que tuve una oportunidad charlábamos de la situación», dejó saber, y compartió: «Es preocupante, es doloroso, pero no pudimos controlarlo».

 

 

«Esta es una situación muy dura, muy difícil, es algo que le duele a todo padre, seguramente tenemos algo de responsabilidad en esto, en no saber manejarlo», expresó Terán.

 

«Lo veníamos charlando con las fuerzas de seguridad, con Prefectura, con Gendarmería, porque ella estaba acompañando a un hombre que tenía antecedentes por narcotráfico», expuso además el intendente, que hacía tiempo había blanqueado la situación de su hija frente a las autoridades locales. Durante tres años ella y su marido fueron vigilados antes de ser detenidos.

 

En el año 2009 Mariela Terán tenía 19 años, era la mayor de cinco hermanos, y cursaba tercer año de Profesorado en la ciudad de Corrientes. Sería a lo largo de la hora y once minutos que dura el viaje desde Itatí hasta la capital provincial, que conocería a Ricardo Walter Piris, y su vida daría un vuelco inesperado.

 

 

«Él es propietario de algunas combis, daba servicio puerta a puerta Itatí-Corrientes y ella viajaba en la empresa de él», detalló Terán, que no pudo advertir que día a día a lo largo de esos 71 kilómetros que separan las dos ciudades, su hija empezaba a enamorarse de la persona equivocada.

 

«Nosotros nos enteramos tarde de que tenían una relación y de un día para otro se fue de casa», le relató el intendente a Infobae, asegurando que ya en 2009 había rumores que vinculaban al entonces chofer con el narcotráfico.

 

Acudió entonces a la comisaría y al juzgado de Itatí, creyendo que como su hija era menor de 21 años podía legalmente alejarla del chofer e impedir que se fuera de su casa. En la dependencia judicial le dijeron que con 19 años y si había un mayor que se hiciera cargo, en este caso Piris, no se podía hacer nada. Mariela se fue.

 

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«Al conocerlo dejó todo, abandonó los estudios, esta persona influyó sobre ella y empezaron los problemas. Por dos años no tuvimos ningún acercamiento», repasó, exceptuando las visitas por los nacimientos de sus dos nietos, hoy de 4 años y 1 año y medio.

 

«Nunca pudimos convencerla, persuadirla, le ofrecí trabajo pero nunca pudimos manejarlo», narró. Tras su detención Terán intentó costearle un abogado a su hija, pero ella no quiso aceptarlo. Ahora la familia intenta acceder a la tenencia de los hijos de Mariela, actualmente en custodia de una tía.

 

Sobre las críticas a su municipio y las denuncias por vínculos con el narcotráfico, el intendente dijo estar «dolido» por las declaraciones del cura Ortega, en tanto hizo saber de un pedido que hizo esta semana a los fiscales federales de Corrientes que atienden la causa, Flavio Ferrini y Carlos Schaefer, para «que se investigue a cada una de las autoridades municipales».

 

Mariela por su parte está a la espera de que el Juzgado Federal de Primera Instancia, a cargo de Carlos Soto Dávila, resuelva su excarcelación o su prisión domiciliaria.

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