“Pensé que me iba a violar”, dijo la joven que fue acosada a plena luz del día en Oberá

 

 

 

El hecho ocurrió el viernes minutos antes de las 17, en la parada ubicada en la avenida Sarmiento y Malvinas Argentinas. La muchacha de 22 años, que se llama Valeria Rodríguez  Zubczuk, denunció el sábado en la Policía que estaba esperando un colectivo cuando se le acercó un hombre. El individuo se bajó los pantalones y comenzó a masturbarse.

 

 

Valeria Rodríguez es una estudiante de 22 años. Habitualmente toma el colectivo en la parada ubicada en la avenida Sarmiento y calle Malvinas de Oberá, cerca de la facultad donde cursa sus estudios. El viernes fue a estudiar a la casa de una compañera que vive en esa zona. Eran cerca de las 16.45 del viernes cuando llegó a la parada a esperar el ómnibus. En eso se acercó un hombre muy alto y flaco, de tez blanca y cabello castaño. Nada le llamó la atención a Valeria: el hombre tenía un aspecto común, vestido con jeans y remera blanca con rayas horizontales. Llevaba además una bolsa de mercado y entonces hizo como que esperaba el colectivo. “Yo estaba sentada en un murito al lado de la paradita. El tipo empezó a mirarme raro, cada vez con mayor insistencia. Comenzó a acercarse más y cuando me dí cuenta ya estaba a 3 metros de distancia. Entonces se bajó el pantalón y comenzó a masturbarse”, comenzó a recordar Valeria en diálogo con Misiones OnLine.

 

La situación fue tan inesperada que Valeria quedó paralizada: “me asusté mucho. Comencé a mirar alrededor y no había nadie. No sabía qué hacer. Quedé paralizada. Agarré mi mochila y comencé a correr. Cuando crucé la calle, vi que había un señor y un chico en un negocio y fui hacia ellos. Cuando les pude contar lo que había pasado, el tipo ya se había ido corriendo. No me salió gritar, pero ellos vieron cuando el tipo pasó hacia la parada, pero no vieron cuando se masturbó”.

 

El calvario de la joven no terminó ahí, porque cuando fue hasta la comisaría primera de Oberá no lo quisieron tomar la denuncia, porque no estaba el oficial de servicio. Pero además los policías que la atendieron le dijeron que era un tipo conocido y que no era la primera vez que tenía denuncias por otros casos similares. “Me dijeron que saben quién es y saben dónde viven, pero que no pueden hacer nada porque está loquito”

 

Lo más llamativo es que, según el testimonio de la joven, la policía no puede hacer nada, excepto que lo agarren “in fraganti”. El caso es que Valeria fue a hacer la denuncia ese mismo viernes a la tarde y, como no le tomaron la denuncia, tuvo que volver al otro día.

 

“Hasta ahora estoy en estado de shock. Me asusté. Volví a mi casa llorando, yo pensé que me iba a violar”, contó sumamente conmovida

 

Pero a Valeria lo que más le preocupa es que sus hermanas de 15 y 13 años también esperan el colectivo todos los días en la misma parada. “Hay que pelearla para que lo internen, porque con la excusa de que es un loquito va a seguir acosando mujeres impunemente”, imploró

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