Terrible: el coordinador del viaje las quiso entregar en Brasil a una organización de trata

Las víctimas son tres jóvenes mujeres rosarinas. La Justicia federal interviene en el caso.

Tres jóvenes rosarinas denunciaron ante la Procuradoría de Trata y Explotación de Personas que fueron obligadas por el coordinador del viaje a descender del colectivo en el que estaban en medio de una ruta de Brasil y que luego dos personas quisieron hacerlas subir a un automóvil en un procedimiento «típico de las organizaciones de trata».

 

La denuncia fue realizada por Martina de 21 años, Josefina y Sofía de 20, quienes el pasado 15 de enero fueron apartadas del contingente que venía desde Canasvieiras por un coordinador de la empresa de turismo que las «abandonó en el sur de Brasil». La concejala María Eugenia Schmuck, que acompañó a las denunciantes, destacó que desde la Protex le aseguraron que se trataba de un procedimiento típico de la organizaciones de trata, algo que fue ratificado por los dueños de la firma, que intentaron desligarse así del accionar del coordinador.

 

Martina relató que luego de hacerlas bajar «nos hacen subir a un colectivo que no era el nuestro y le decimos al coordinador que no habíamos ido en ese micro, pero nos dijo: ‘Callate la boca y subí, yo las llevo a Ferrugem y ahí las espera otro colectivo’. Al llegar a una estación de servicios ubicada en medio de la carretera, cerca de Ferrugem, las tres mujeres fueron abandonadas con la promesa de que otro ómnibus pasaría por ellas.

 

«En ese interín se estacionan al lado nuestro dos tipos en un auto, algo que nos puso muy nerviosas. Nos ofrecían llevarnos y les respondimos que no íbamos a ir a ningún lado con ellos», relató Martina. Según la joven, minutos más tarde «el coordinador aparece de la nada, habla con esos tipos en un portugués que no se entendió nada y se van».

 

Una vez que se retiran, el representante de la empresa «nos ofrece comprar un pasaje para volver a Rosario, se va, nos vuelve a dejar solas», agregó la joven y detalló que «llamamos a la empresa y dos horas más tarde vinieron».

«Les contamos lo ocurrido y nos dijeron que no podían creer que nos hayan dejado ahí, sabiendo que Ferrugem es la cuna de la trata de personas, y que el modus operandi era justamente el que tuvieron los tipos del auto estacionado», subrayó Martina.

 

Además, desde la empresa se sorprendieron del accionar del coordinador, ya que «sabía que no iba a venir nadie a recogernos», aseguró la mujer. Respecto de las soluciones ofrecidas por parte de la empresa, la joven reveló que «nos dieron la opción de quedarnos una noche donde paran los coordinadores, porque había solo dos pasajes, que si queríamos dejar a una podíamos hacerlo, algo que rechazamos».

 

Así, la tarde del día siguiente fueron llevadas a la terminal de ómnibus de Ferrugem y pudieron regresar a su ciudad. Dos semanas más tarde, Martina aseguró que recibió un llamado de la empresa «diciendo que querían solucionar las cosas conmigo, y como no les respondí, al otro día me mandaron más mensajes para obtener una respuesta, y los terminé bloqueando».

 

La concejala Schmuck, quien acompañó a las mujeres a denunciar el hecho, explicó que lo hicieron en la Procuradoría de Explotación y Trata de Personas de la Nación, «por ser un delito federal”. No obstante, aclaró que «como el hecho ocurrió en Brasil, tiene que ser Brasil el que inicie la investigación del caso mediante el convenio entre los países del Mercosur, para la persecución e investigación en casos de trata de personas”. De este modo, la dirigente resaltó que desde la justicia federal, encargada de llevar adelante el reclamo, «nos pidieron que mantengamos el anonimato de las chicas por protección».

 

 

 

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