La previa del Superclásico: la probable formación de los equipos

 

 

Los superclásicos de verano no son oficiales, no suman puntos ni entregan copas de esas que valen en serio. Pero cada vez que se acerca un Boca-River en la pretemporada estival la atención se renueva, la adrenalina se incrementa y el palpitar de los hinchas se acelera.

 

 

Aquí, en esta ciudad, el fervor es tangible. En los fanáticos y también en ambos equipos, que saben que aún cuando no haya vuelta olímpica ni nuevo título en danza, siempre hay mucho por demostrar ante el clásico rival.

 

Es probable que sea la ubicación en el calendario lo que genera tanta expectativa. Desde hace décadas, el Boca-River de enero, en Mar del Plata, es el primer cara a cara de los rivales de toda la vida, de los dos equipos más grandes, más poderosos, más populares y más convocantes del fútbol argentino. Y dentro de este rubro, además, hay un plus: esta vez será el único clásico de verano entre Boca y River. Otros años, llegaron a jugar tres superclásicos en menos de quince días. En esta oportunidad, será quién arrancará con el pie derecho en 2017, un detalle no menor con dos equipos que siempre se miran de reojo.

 

 

Cualquier fanático que decida veranear en esta ciudad se anota en la agenda este día. Y si el bolsillo lo permite, será uno de los planes nocturnos de su estadía. Pese al valor de las entradas (350 pesos las populares, 900 las plateas más costosas y 1800 los palcos), las localidades están agotadas y el estadio mundialista promete estar colmado.

 

En esta ocasión, esa ansiedad se ve algo mermada. Ocurre que entre el 11 de diciembre último, la tarde en la que Carlos Tevez brilló en el césped del Monumental y condujo al equipo de la Ribera a una inolvidable victoria por 4 a 2, y esta noche, cuando ambos vuelvan a verse las caras desde las 22.10, pasaron apenas 48 días y sólo un puñado de partidos (tres para el conjunto auriazul, uno oficial y dos amistosos, y cinco -2 y 3- para los de Núñez. Además habrá un ganador, ya que si el partido finaliza igualado, la Copa Luis Nofal se definirá por penales.

 

Los dos ponen lo mejor

 

 

El calendario le vuelve a dar a Marcelo Gallardo un motivo para dejar, desde las palabras, en un segundo plano el choque con Boca. Si en diciembre el objetivo primordial de los de Núñez fue la final de la Copa Argentina (que disputó ante Central y ganó, sólo tres días después de caer ante el xeneize de local), ahora el entrenador de River dejó en claro que el de esta noche «es sólo un amistoso» y que el verdadero foco del plantel millonario, al menos en estos primeros días del año, está puesto en el próximo sábado, cuando defina la Supercopa Argentina con Lanús en el estadio Único de La Plata. Suena sincero Gallardo en la valoración que le hace a cada encuentro, aunque la cornisa que separa a esa honestidad del guiño al hincha millonario en el hecho de minimizar el superclásico es muy fina. Por algo pondrá a todos los titulares, al mejor equipo disponible para buscar ganarle a Boca.

 

Llegó algo molesto a este encuentro el DT de River. Lo fastidió que el miércoles último, por contrato, su equipo tuviera que jugar frente a Aldosivi (derrota 1-3) apenas un día después de que el equipo regresara de su gira por Estados Unidos. Pero respira hondo y allá va, con la intención de prolongar la racha veraniega de hace un año, cuando encadenó dos victorias ante el Boca de Rodolfo Arruabarrena (dos 1 a 0, en Mar del Plata y en Mendoza). Justamente en la provincia cuyana se dio, hace dos años, el último triunfo xeneize en superclásicos de verano, cuando los de la Ribera golearon 5 a 0.

 

Guillermo Barros Schelotto, en cambio, preservó el martes a varios integrantes de su once habitual para poner esta noche el mejor equipo posible. Aún cuando sólo es un amistoso, es consciente de que en un 2017 con objetivos limitados y desafíos que sólo se darán fronteras adentro, Boca debe ganar todo lo que dispute, y más cuando el que está enfrente es River. Además, será una nueva posibilidad para ratificar lo expuesto en el triunfo frente a Estudiantes (2-0) y el empate con San Lorenzo (2-2): que el equipo está firme y fuerte en la ofensiva, y que no entraña nada a Carlos Tevez. El tema será ajustar algunos detalles defensivos, que quedaron en evidencia más ante el Ciclón que ante el equipo de Nelson Vivas.

 

Dentro de la historia del superclásico, la de los encuentros de verano tiene su propio capítulo, en el que esta noche se escribirá la página número 89. Ochenta veces desde que en 1974 los amistosos de verano cobraron frecuencia anual y empezaron a tener como sede casi hegemónica a Mar del Plata, y ocho enfrentamientos más que se disputaron antes de esa fecha, principalmente en el viejo estadio de San Lorenzo.

 

Es muy clara la supremacía de Boca. En 88 juegos, hasta aquí hubo 37 triunfos del equipo de la Ribera, 26 empates y 25 victorias de River.

 

Siempre que Boca y River están frente a frente, lo que se genera trasciende al motivo en sí por el cual juegan. Ambos generan por sí mismos las expectativas suficientes para que, sea cual fuere el escenario, el superclásico cobre luz propia.

 

Posibles formaciones

 

Boca: Axel Werner; Gino Peruzzi, Fernando Tobio, Juan Manuel Insaurralde, Frank Fabra; Pablo Pérez, Fernando Gago, Sebastián Pérez; Cristian Pavón, Darío Benedetto y Ricardo Centurion. DT: Guillermo Barros Schelotto.

 

River: Augusto Batalla; Jorge Moreira, Jonatan Maidana, Arturo Mina, Luis Olivera; Camilo Mayada, Leonardo Ponzio, Ignacio Fernández y Gonzalo Martínez; Sebastián Driussi y Lucas Alario. DT: Marcelo Gallardo.

 

Árbitro: Néstor Pitana.

 

Hora: 22.10

 

Estadio: José María Minella (Mar del Plata).

 

TV: Fox Sports.

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