Actualmente son innumerables las investigaciones que se realizan en torno a la fibra y sus implicancias en la salud. Ello se debe a numerosas enfermedades que se relacionan con la dieta deficiente en fibra, como obesidad, problemas intestinales, resistencia a la insulina, alteración de colesterol sanguíneo, entre otros. Nuestra dieta en general suele ser pobre en fibras y rica en grasas, harinas refinadas y azúcares, por la industrialización de los alimentos y el hábito de comidas rápidas.
La fibra dietética representa los componentes de la dieta de origen vegetal que son resistentes a las enzimas digestivas del hombre.
Los beneficios para la salud que nos brinda la fibra son:
- Mejora el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento.
- Brinda mayor saciedad, por lo cual es una aliada en los planes para bajar de peso, tienen mucho volumen y pocas calorías.
- Contribuye a reducir los valores de colesterol en sangre, debido a que interfiere en su absorción y ayuda a eliminarlo.
- Interfiere en la absorción de los hidratos de carbono (azucares y harinas), por lo cual ayuda a mantener los valores de glucemia normales. Aspecto más que importante para las personas con diabetes.
- Aporta minerales y vitaminas.
- Numerosos estudios demuestran que previene el cáncer de colon.
¿Dónde las encontramos?
- Frutas: todas, es preferible consumirlas con cáscara en los casos posibles.
- Verduras: todas son ricas en fibra, tanto las de hojas como las de pulpa.
- Productos integrales y salvado de trigo y avena.
- Legumbres: poroto, lentejas, arvejas, garbanzos, etc.
- Frutos secos: almendras, avellanas, nueces, etc.
- Semillas: chía, lino, sésamo, girasol, etc.
Es importante destacar que, si una persona padece problemas digestivos como gastritis, úlceras, colon irritable, diarreas a repetición, diverticulitis o cualquier otro cuadro similar, debe consultar a un profesional antes de consumir fibras, debido a que tienen recomendaciones especiales y pueden tener efectos adversos.
Lic. Romina Krauss
M.P.n°147