Reflexión del Pastor Decena: Tenemos un Dios grande, parte II

Meditemos en la grandeza de Dios porque como inmensa y grande es la naturaleza de Dios así son los atributos divinos. El Salmo 139 de David es un Salmo que muestra la grandeza de Dios, ya que nos habla de su Omnisciencia, Omnipresencia, y Omnipotencia, veamos lo que nos revela la Palabra de Dios al respecto.

 

2ª Crónicas 2:5  “Y la casa que tengo que edificar, ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses”.

Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios con respecto a las características de nuestro Dios grande:

1.LA OMNISCIENCIA DE DIOS

Esto significa que Dios nos conoce, Él lo sabe todo. Un especialista humano no le llegará a conocer totalmente, incluso después de que usted crea haberle contado todo. Leamos ahora los versículos de este Salmo 139: 2-4 “Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme. Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos, pues aún no está la palabra en mi lengua y ya tú, Señor, la sabes toda”.

Dios nos ve y conoce totalmente, tanto en lo externo como en lo más íntimo. Por ello el salmista pudo decir, «Señor, tú me has examinado y conocido». Y los versículos 5 y 6 dicen: “Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; ¡alto es, no lo puedo comprender!”

Ahora, alguien quizás pregunte: ¿Cómo puede saber Dios esto? Bueno, yo no lo sé y David dijo que él tampoco lo sabía. Dijo «Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí».

Y debemos decir aquí que la omnisciencia de Dios no es algo de lo cual deberíamos tener temor, sino que en realidad tendría que ser un motivo de consuelo. Realmente es hermoso comprobar la grandeza de su amor. Dios conocía a David, a Simón Pedro, también a Judas y estas personas le fallaron.

El Señor sabía lo que Pedro iba a hacer, e incluso sabía que Judas le traicionaría. Él lo sabe todo. Por eso una buena oración sería “líbrame de toda tentación y líbrame del mal”, además recordar lo que decía Pablo: “el que crea estar firme mire que no caiga”. Con la omnisciencia de Dios nadie le puede engañar a Él, no podemos mentirle, porque conoce nuestros pensamientos e intenciones.

De vez en cuando Dios, a pesar de saber lo que hay en nuestro corazón, nos pide acción. Cuando a Abraham le pidió que sacrifique a su amado hijo Isaac, esperó que los pensamientos se conviertan en acción. Tal vez porque hay muchos que tienen buenos pensamientos pero nunca se trasforman en acción.

Cuando nos bautizamos es acción de lo que ya pasó pero acción de lo que va a pasar! Es algo profético!

También esto nos consuela y hace que podamos tener fe para orar. Dios entiende y sabe todo y sin embargo nos pide que oremos. También nos dice que no hagamos alarde de palabrerías inútiles, sino que con fe sepamos que antes que pidamos Él sabe todas las cosas! Mateo 6:7-8 .

 

2.LA OMNIPRESENCIA DE DIOS.

Y ahora pensemos esto, no importa donde vayamos, no podemos huir de Dios. Leamos los versículos que hablan de la omnipresencia de Dios: Salmo 139: 7 y 8, “¿A dónde me iré de tu espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiera a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciera mi estrado, allí tú estás”.

Aquí el término Seol se refiere al reino y lo invisible y desconocido, al lugar de los muertos. Y aun allí se encuentra Dios. Y el versículo 9, dice: «Si tomara las alas del alba y habitara en el extremo del mar».

Siempre, desde el pecado el ser humano tiene una fantasía: escaparse de Dios, huir de su presencia, pero ni siquiera viajando al espacio podría escaparse de Dios. No lo puede lograr, no puede alejarse de Él. Leamos en Salmos 139, versículos 10 al 12: “Aun allí me guiará tu mano y me asirá tu diestra. Si dijera: Ciertamente las tinieblas me encubrirán, aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; ¡lo mismo te son las tinieblas que la luz!”

También  dice en Salmos 139: 13 “Tú formaste mis entrañas; me hiciste en el vientre de mi madre”.

Es decir que desde el momento en que somos concebidos en el vientre, en esta vida, nunca nos apartamos de la presencia de Dios. Desde la concepción hasta la muerte Él nos ha conocido y nos conocerá.

Dios se encuentra en todas partes, y el ser humano es una criatura extraordinaria que goza de la atención de Dios constantemente. Leamos ahora los versículos 15 y 16; “No fue encubierto de ti mi cuerpo, aunque en oculto fui formado y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar ni una de ellas”.

David dijo que antes de su cuerpo fuese formado, él era una persona. Era una persona, en el proceso de su formación en el vientre de su madre. Incluso antes de que los miembros de su cuerpo fueran formados, él era una persona. Aquí se declara que la personalidad existe en el mismo momento de la concepción.

Y hay que decirlo directamente, el aborto para librarse del ser que aún no ha sido formado para encubrir un pecado o para evadir una responsabilidad constituye un crimen terrible. Muchas personas defienden muchos derechos, como los derechos de los animales por ejemplo, que está bien defenderlos, pero dicen sí al aborto! Y eso no está bien, porque en definitiva están llamando a la muerte! Éxodo 21:22-23.

Hay que valorar lo que Dios valora y es bueno dar gracias a Dios por todo, aún las posibles carencias, “Señor soy tartamudo!” dijo Moisés, y Dios le dijo: ya lo sé querido, pero anda y obedece!”

 

3.LA OMNIPOTENCIA DE DIOS

Vamos ahora a leer los versículos 17 y 18 para considerar: «¡Cuán preciosos, Dios, me son tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena. Yo despierto y aún estoy contigo».

Dios nos ama. Y ese Dios que nos ama es omnipotente, es decir, que todo lo puede, es todopoderoso. Y dice el versículo 19: «De cierto, Dios, harás morir al impío. ¡Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios!»

En este Salmo se habla de los malvados y de la gente fiel, piadosa. Dios dijo que Él juzgaría a los malvados.

Esto debería traernos paz y sosiego, a los malos dice la Biblia no les irá bien, y Dios se encargará de todos y de todo: Es por ello que debemos dejar todo en las manos del Señor y recordar lo que dice Deuteronomio32:35 y  Romanos 12:19. O también Romanos 13:4, donde habla del oficial de justicia como vengador al que hace el mal. Dios tiene todo poder para hacer verdadera justicia.

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de http://cfceldorado.org/

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