Los empleados de un hotel alojamiento ubicado en Barrio Sur evitaron que allí ocurriera un femicidio. Al escuchar los desesperados gritos de auxilio de una mujer, fueron a la habitación a ver qué pasaba y se encontraron con una violenta situación: su novio la estaba ahorcando. Sucedió en Tucumán.
Todo ocurrió durante la noche del sábado. Según relató la víctima de 33 años a la Policía, su novio de 25 fue a buscarla a su casa en el barrio Belgrano. En ese momento explicó que, si bien tenían una hija de dos años en común, la relación de tres años entre ambos no había logrado afianzarse jamás porque él es muy agresivo.
Lo cierto es que, luego de dar algunas vueltas en la moto de él, la pareja se sentó en uno de los bares ubicado en General Paz y Combate de Las Piedras, donde estuvieron un largo rato tomando cerveza y charlando. Luego de algunas horas, volvieron a subirse a la moto pero esta vez el viaje fue muy corto. Frenaron en uno de los hoteles alojamiento de la calle General Paz al 600 y pidieron una habitación.
Después del amor llegó la agresión. Durante la primera media hora, no hubo ningún inconveniente. Sin embargo, la situación se desmadró en sólo un segundo. En un momento de distracción de la víctima, el agresor se subió encima de ella y con los pies comenzó a apretarle el cuello. Ella primero le pidió que la soltara porque la estaba asfixiando. Luego, gritó pidiendo auxilio.
Los empleados del lugar escucharon el pedido de ayuda y llegaron de inmediato. Golpearon la puerta y él abrió. Luego de decirles que allí adentro estaba todo bien, les cerró la puerta en la cara, se dio vuelta y le pegó una trompada a su novia. Los empleados ingresaron y le exigieron al agresor que se fuera.
Los empleados tranquilizaron a la joven. Luego de algunos minutos, ella salió a tomar un taxi pero lo primero que vio en la vereda fue a su novio, quien aceleró su moto para interceptarla. Luego, comenzó a embestirla con el rodado para que ella no se fuera de allí.
Esta escena fue vista por un grupo de jóvenes que fueron a auxiliar a la mujer. Uno de ellos, incluso, le quitó la llave de la moto al agresor. Mientras discutían, ella aprovechó y salió a buscar a un patrullero del 911. Los efectivos aprehendieron al agresor y lo llevaron esposado a la comisaría 2°.
Luego de recibir los detalles, la fiscalía de turno ordenó que el acusado quedara tras las rejas en esa seccional y que se le tomara declaración a los empleados. En el lugar de la agresión, todas las personas que estaban trabajando allí evitaron realizar declaraciones.
