Cómo veranean los argentinos en Brasil: precios y lugares elegidos

Todo es más económico, más abundante, más verde, más posible. Todo sale menos.» Así resume su estada aquí Gimena Aráoz. Por estos días, esta ciudad se convirtió en la meca de los argentinos. Así lo avalan las cifras del Ente Nacional de Turismo de Brasil (Embratur): este año, 1.400.000 argentinos pasarán sus vacaciones en las playas del sur de Brasil, un 27% más que hace un año, cuando llegaron 1.100.000.

La isla de Santa Catarina, su capital del estado de Florianópolis y sus 42 playas son el destino de Brasil más elegido por los argentinos, sobre todo entre los que salen de vacaciones en su auto.

A pesar de las previsiones del ente de turismo, aún el panorama en las playas que suelen frecuentar los argentinos no resulta tan prometedor. Se explica que en la próxima semana empezará a notarse la llegada masiva de argentinos.

«Este año no está tan barato como en 2016, pero igual sigue siendo mucho más económico que en la Argentina. Para ponerlo en proporción: si el año pasado te tomabas dos helados en la playa por día, hoy te tomás uno», explica Fernanda Baigorri, una abogada de 40 años que pasa sus vacaciones en Lagoinha, junto a sus tres hijos y en compañía de otras dos familias.

Aquí, los argentinos se la pasan haciendo cuentas para saber cuánto gastarán o cuánto más tendrán que pagar en relación con 2016. Este año hay que multiplicar por 4,88, pero en la práctica todos lo hacen por cinco.

«Del año pasado a éste, los precios subieron un poco en reales. Sin embargo, como en la Argentina la inflación fue aún mayor, todo te sigue resultando barato», asegura Roberto Quirós, que eligió estas playas para pasar sus vacaciones junto a su familia.

Alquilar una casa en la zona norte puede costar desde unos $ 1200 por día hasta unos $ 4800. Las posadas oscilan entre los $ 1100 y los $ 2000 la noche.

Comer afuera también suele resultar más económico. Al menos un 30% menos que en la Argentina, dicen los turistas. «Nosotros solemos almorzar un choclo y un licuado, y ahí gastamos menos de 100 pesos cada uno. Y si nos sentamos en un barcito, en la playa, por menos de 200 pesos comemos cada uno», cuenta Lucía Antonini, de 23 años, estudiante de Psicología que está de vacaciones con Pedro Anaut, su novio, de 24 y estudiante de Abogacía.

Acá, un choclo en la playa cuesta unos 25 pesos, un helado de 25 pesos a los 60 el más caro. Una cerveza, unos 50 pesos.

«A mí lo que más me gusta es la libertad que se siente. Las brasileñas están muy relajadas a la hora de ponerse una malla o un vestido y venir a la playa. Nadie está mirando al de la lona de al lado y eso me encanta», resume Gimena Aráoz. Y su amiga, Daniela Roa, completa: «Me encanta que te podés comprar de todo. Sentís que tu plata vale más, que te alcanza para todo».

Los números que maneja la agencia de turismo Despegar.com también confirman que este año son muchísimos los argentinos que optaron por pasar sus vacaciones en Brasil. De hecho, Río de Janeiro fue nuevamente la ciudad más buscada por los argentinos de entre todos los destinos internacionales. Incluso, por encima de Santiago de Chile y Miami. Dentro de Brasil le siguen Florianópolis, Recife, Foz de Iguazú y Buzios. En cambio, a la hora de contratar paquetes, los destinos más elegidos fueron Río de Janeiro, Buzios, Natal, Florianópolis y Salvador de Bahía.

La estada promedio de los argentinos en hoteles de Brasil es de cinco noches y el gasto promedio, en una habitación doble, en Río de Janeiro, es de $ 1931 más impuestos. Según el informe de Despegar.com, una habitación equivalente cuesta en San Carlos de Bariloche y en Mar del Plata $ 1890 más impuestos.

(La Nación)

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