Macri destacó «la valentía y el coraje» de los jueces que reabrieron la denuncia de Nisman pese a las «presiones»

 

El presidente Mauricio Macri destacó hoy «la valentía y el coraje» de los jueces de la Sala I de la Cámara de Casación Penal que ordenaron ayer, pese a que «tuvieron mucha presión», reabrir la denuncia contra la ex presidenta Cristina Kirchner que había iniciado el fiscal Alberto Nisman, en la que la acusaba de haber acordado con Irán dejar de perseguir a los ciudadanos iraníes acusados por el atentado contra la AMIA.

El Presidente destacó especialmente a los magistrados Gustavo Hornos y Mariano Borinsky, al subrayar que soportaron presiones de la restante camarista, Ana María Figueroa, de otros pares de Casación y de la agrupación Justicia Legítima.

“Se ha dado un gran paso. Y han tenido mucho coraje, tanto el juez Borinsky como el juez Hornos, porque tuvieron mucha presión, de la compañera de sala (por Figueroa), de otros jueces de Casación, y de mucha gente alrededor, sobre todo de Justicia Legítima, intentando que esto no suceda”, manifestó.

En tanto, Macri fue muy crítico con el juez Daniel Rafecas, que había desestimado la denuncia del fiscal Nisman, al expresar que “todos sabíamos que la causa se había cerrado en forma arbitraria».

Rafecas «inició un proceso inédito, en tiempo récord, que levantó un montón de sospechas”, reprochó el mandatario.

En entrevistas que concedió hoy a las radios Nihuil de Mendoza, Radiofónica de Rosario y La Radio de Chaco, desde la localidad neuquina de Villa La Angostura, donde pasa sus vacaciones, Macri dijo hoy estar “orgulloso” de los argentinos que acompañaron este primer año de su gestión nacional, que reconoció como «un año duro» y aseguró que el país «necesita no solo un cambio económico sino un cambio cultural» en su administración.

«Estoy orgulloso de los argentinos, contento para el punto de partida que tuvimos con lo que hemos hecho, sabiendo que falta muchísimo más. Necesitamos no sólo un cambio económico, sino un cambio cultural. Hacer política tiene que ser cuidar, estar cerca, rendir cuentas todos los días, dialogar con absoluta libertad de prensa”, aseguró.

Entre el balance y el futuro, el jefe del Estado señaló que «2017 va a ser mejor que este año, que fue un año duro» y reiteró que «la Argentina necesitaba evitar una crisis terminal, necesitábamos evitar otro 2001» cuando asumió la presidencia.

Afectado por distintos problemas de salud desde que asumió el mandato presidencial, Macri aceptó que el cargo está generando esos inconvenientes. «Lo de la costilla fue casual, pero aparecieron la arritmia, la rodilla, la espalda, la garganta, algo debe tener que ver», admitió.

No obstante, subrayó que está adaptado a su función, después de un período de transición: «Me pasé muchos meses en los que sentía que corría y no llegaba. A fin de año, se me acomodaron las cosas, me empiezo a sentir cómodo en el rol», planteó. Subrayó, en el mismo sentido, que «la tarea es gigantesca, porque el punto de partida es muy duro».

El Presidente, que ayer le reclamó al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, controlar los piquetes en la Capital Federal, esta vez no polemizó cuando le consultaron, desde Mendoza, por la prohibición de la publicidad de bebidas alcohólicas en territorio porteño.

«Estamos buscando un equilibrio. Tenemos que lograr cuidar a la juventud, pero mantener el equilibrio que favorezca la producción y genere empleo», respondió a la pregunta sobre la preocupación que genera en las provincias vitivinícolas la prohibición publicitaria.

Macri reiteró que implementará “el plan de infraestructura más ambicioso de la historia del país» poniendo en marcha a Vialidad Nacional, dependencia a la que tildó como «una cueva de anomalías, como gran parte de todas las dependencias oficiales” cuando asumió el gobierno, junto a la puesta en marcha de un «gran plan de asfalto».

Respecto de los cambios en el Gabinete, a Macri le consultaron por la continuidad del secretario de Obras Públicas, Daniel Chaín. «En noviembre tuvimos el récord de asfalto en los últimos cinco años. Espero, en el primer semestre, batir el récord de asfalto en la Argentina», dijo como respuesta.

Al referirse al conflicto de la semana pasada con los investigadores del Conicet, Macri consideró que la orientación del país en ciencia y tecnología «es lo más parecido a una política de Estado». Y especificó: «En el Presupuesto se ha decidido incorporar a 450 investigadores por año, pero con un componente federal, porque no pueden estar casi todos los investigadores en la Capital Federal».

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