Por último, reclamó por las obras inconclusas en Pergamino. “En el año 95´, el agua nos llegó al metro ochenta. Todavía tenía muebles que habían sobrevivido a esa época que ahora tuve que tirar. Tengo cosas que voy a tener que cortar al medio y un sillón que tiré, igual que un placard de mi abuela. Los planos de la represa de la Laguna del Pescado, cerca del pueblo Alfonso, ya están aprobados pero nunca llegan los fondos”.