Yerbateros exigieron a la Nación medidas para regular el mercado y evitar sobreoferta de hoja verde

Representantes del sector primario se reunieron esta mañana con el secretario de Agricultura de la Nación, Ricardo Negri, para acordar una agenda de trabajo. El temor a los efectos que se podrían generar por los altos niveles de materia prima en stock fue el tema que dominó la reunión. Productores pidieron cupificación de cosecha, suspensión de nuevas plantaciones, prohibir la zafriña, trasparentar el mercado y ajustar controles sobre el cumplimiento de precios y el contenido de palo en los paquetes. Funcionarios y yerbateros coincidieron en la necesidad de mejorar la calidad del producto, promocionar el consumo dentro y fuera del país y consolidar al INYM como herramienta para el desarrollo del sector. Hubo fuertes críticas a la anterior gestión del instituto encabezada por Luis Prietto.

Productores y dirigentes del sector rural de distintos puntos de la provincia y del norte de Corrientes advirtieron de luego de tres cosechas voluminosas y más de treinta años de estancamiento en la comercialización de producto elaborado el sector está al borde de caer en una crisis por sobreoferta cuyos efectos negativos podrían extenderse por varios años si no se toman medidas para remediarla.

Lo hicieron en una reunión que duró más de tres horas y que estuvo encabezada por el ministro del Agro de la Provincia, José Luis Garay; el presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate, Alberto Re y el diputado Alfredo Schiavoni, además del mencionado Negri. En ese marco, los productores repitieron reclamos, a veces en tono por demás enfático, que vienen formulado desde hace por lo menos un año.

El pedido más urgente de los productores fue la adopción de medidas tendientes a regular el mercado de la materia prima. Hubo consenso entre los presentes respecto a la necesidad de frenar la zafriña de verano, argumentan que ante la abundancia de yerba canchada en los depósitos no tiene sentido seguir cosechando, más aún teniendo en cuenta que la yerba que se obtiene en esta época es de muy mala calidad. Reconocieron sin embargo que una suspensión de cosecha enfrentaría a resistencia de los tareferos que necesitan trabajar y de pequeños productores que están desesperados por recibir algún tipo de ingreso.

Otra de las medidas exigidas fue la cupificación de cosecha para la zafra de invierno. Los presentes advirtieron que la mayor parte del incremento en la producción que se dio en los últimos tres años corresponde a yerbales de las grandes compañías integradas, que tienen recursos para plantar grandes extensiones y aplicar prácticas culturales que elevan significativamente el rinde, como fertilización, poda y limpieza, en consecuencia consideraron que son estas empresas las que deberían tener cupos más restringidos, dejando a los pequeños productores cosechar porcentajes mayores de sus plantaciones.

Advirtieron que una medida como la cupificación de cosecha debería obligatoriamente venir acompañada de una limitación o directamente prohibición de nuevas plantaciones, porque de otro modo se profundizaría el problema de fondo.

Emergencia estadística

Negri y los demás funcionarios presentes en la reunión indicaron que el principal escollo para adoptar las medidas de regulación de mercado exigidas por los productores es la falta de información estadística confiable, una de las falencias que achacaron a la anterior conducción del Inym. Argumentaron que para aplicar cupos de cosecha, primero habría que tener debidamente identificados a todos los productores y localizadas sus parcelas, información que se está recabando a través de un censo combinado con información georreferenciada proveniente de un relevamiento aerofogramétrico.

“Están los instrumentos, pero no la información necesaria para hacerlo, en una cadena en la que hay tanta informalidad es difícil trabajar sin esos datos. En Inym tiene que tener en claro cuántos son los productores de yerba, cuánto producen y dónde están, para poder generar políticas reales, de otro modo no se pueden tomás decisiones ‘porque le vas a errar como bizco al mate”, explicó Negri.

 Aumentar la demanda

Otro de los concesos que surgieron de la reunión tiene que ver con la necesidad de incrementar la demanda, no solo del mercado interno sino de las exportaciones. En ese sentido remarcaron la oportunidad de volver al mercado de Uruguay y apoyarse en la diáspora de consumidores de mate sirios –que se instalan en países de Europa huyendo de la guerra– para llegar a nuevos mercados.

Productores reconocieron que para salir al mundo a promocionar la yerba mate, primero hay que lograr una estandarización de la calidad. “Hoy se está inundando el mercado con basura que no debería llevar el nombre de yerba mate”, reconocieron en la reunión.

Respecto al mercado interno, los yerbateros advirtieron que si se mira con detenimiento, la demanda de yerba no está estancada sino que está cayendo en términos relativos, ya que no acompaña el crecimiento vegetativo de la población.

Palo y a la bolsa

Otro punto que se tocó en la reunión y que hace a la calidad del producto, pero que también incide directamente en la relación entre oferta y demanda de materia prima es el contenido de palo. Los productores reiteraron que el método que se utiliza actualmente para medir el contenido de palo en los paquetes es fácil de vulnerar, ya que no distingue entre polvo de hoja y polvo de palo o palo molido muy fino y que algunos molinos se valen de esto para sacar al mercado paquetes con más de 50 por ciento de contenido real de palo, cuando el máximo permitido es de 35 por ciento.

Los yerbateros argumentaron que si se aplicara un método efectivo de control y se redujera en 10 puntos porcentuales el contenido máximo permitido de palo en los paquetes, automáticamente estaría solucionado en gran parte el problema de sobreoferta de hoja verde ya que aumentaría la demanda.

JRC EP

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