La justicia brasileña liberó al chofer de la tragedia al comprobar que no había pasado los 80 kilómetros por hora y había descansado 24 horas antes de viajar

Tras analizar el tacógrafo del micro (aparato que graba en un disco la velocidad de los colectivos y camiones), ver el deterioro de la cinta asfáltica y comprobar que no dio varias vueltas sino que cayó sobre un costado, y comprobar las plantillas de descanso y de su último viaje, que revelaba que llegó a Posadas el día 14 de diciembre a las 7 de la mañana y volvió a salir el 15 a las 14 horas, descansando más de 24 horas antes de volver a salir, la Jueza a cargo ordenó la inmediata liberación y le permitió incluso regresar a la Argentina, siempre supeditado al seguimiento de la causa.

También se supo con las pruebas aportadas que el viaje siempre tuvo como paso de frontera la puente ubicado entre las localidades de Santo Tome y San Borja en Brasil, siguiendo luego por la BR 285, y no por Bernardo de Irigoyen como habían asegurado voces surgidas luego del accidente.