El vuelco fatal que protagonizó un contingente de estudiantes misioneros cuando viajaba en micro hacia Balneario Camboriú por la carretera BR 285 movilizó al sistema de salud de distintas ciudades del llamado circuito jesuítico de Río Grande do Sul. Al menos diez ambulancias, dotaciones de bomberos y policías trabajaron en el rescate de las víctimas y el traslado de los heridos a hospitales de los alrededores.
El doctor Alexandre Coimbra estaba de guardia en el centro de Salud de San Luis Gonzaga cuando empezaron a llegar los heridos al sector Emergencias. “No es una zona donde se produzcan accidentes de esta magnitud”, dijo el facultativo.
“Los jóvenes que trajeron aquí solo tenían lesiones menores. Estaban golpeados y doloridos. Como sucede en estos casos, se les hizo un control completo y estudios. Cerca del mediodía, recibieron el alta.
En San Luis Gonzaga atendieron a Esteban Cardozo, Brian Barboza, Nicolas Aires, Analía Soto, Federico Gastón Maciel y Martín Acosta.
Tanto a Soto como a Maciel se le practicó una tomografía craneana, porque habían referido fuertes dolores de cabeza. El estudio no detectó nada anormal.
“Los sobrevivientes más graves fueron llevados a los hospitales de Santo Angelo e Ijuí. Otros, menos delicados, fueron enviados a Santa Rosa”, explicó el general.
A poco de ocurrido el accidente, todo el circuito de hospitales estaba listo para recibir a los heridos. Esto lo destacaron los familiares de la víctima, quienes en todo momento fueron informados del tratamiento que se practicaba al paciente.
Los casi 70 ocupantes del colectivo fueron asistidos. Anoche solo tres continuaban internados.
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