Propietarios de tierras en las localidades del Alto Paraná cuestionan un relevamiento realizado en 2012 y que reconoce una superficie de más de mil hectáreas como territorio correspondiente a comunidades aborígenes. Argumentan que en esa superficie está compuesta por chacras y hasta por zonas periurbanas. Temen que sus propiedades sean intrusadas por guaraníes.
Claudio Sasvari – Radio Libertad
Claudio Sasvari es uno de los productores de colonia Mado que desde hace varias semanas se manifiestan en contra de un relevamiento que –según afirman- otorgaría a dos aldeas aborígenes dos propiedades de más de 500 hectáreas cada una. “Vengo de una familia de productores. La propiedad de mi familia se ve afectada por este relevamiento que está causando muchos inconvenientes a pequeños colonos y a la comunidad en sí”, dijo.
Explicó que hace alrededor de doce años se produjo la primera instalación de una comunidad aborigen en la zona, que se instalaron en dos aldeas: Ysyry y Aguay Poty. “Después se fueron formaron otras comunidades, vinieron al menos tres aldeas más”, afirmó.
Indicó que se hizo un relevamiento basado en la ley 26160 promulgada en 2006, una norma que protege a los pueblos originarios. “Dicen que le corresponden más de mil hectáreas en Mado y Delicia, son terrenos privados. El Inai, que es el instituto de asuntos indígenas, le da fuerza para que intrusen. Ellos se asentan y después no se los puede desalojar. Estamos siendo invadidos”, denunció.
El productor consideró que la Provincia y la Nación tienen reservas ecológicas que serían lugares más adecuados para que se instalen las comunidades.
Indicó que la semana próxima vendrá gente del Inai para conformar una mesa de diálogo y debatir la cuestión.
JRC EP