Choque y vuelco: “Tras el impacto lo único que quería era que el taxi dejara de dar vueltas”, contó una de las pasajeras

Rosario Schmidt tiene 22 años y estudia Comunicación Social en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Misiones. Es de Eldorado, pero por sus estudios reside en Posadas. El domingo por la madrugada iba en el taxi que terminó volcado luego de ser embestido por un auto que a gran velocidad circulaba por la céntrica calle Catamarca. El impacto fue a la altura de Colón. “Lo único que quería es que el taxi parara de dar vueltas, el ruido era ensordecedor”, contó la joven en una comunicación con Misiones Online.
La estudiante terminó con cortes en una mano y golpes en el pecho, cabeza y columna. Le indicaron reposo. “Llegué a ver al conductor del otro auto. No huyó, se acercó a ver qué nos había pasado”, recordó.
Rosario contó que con dos amigas, Marisol García (22) y Flavia Quiroz, habían decidido ir al boliche y que pasadas las 3 se subieron al Fiat Palio de la empresa Telecar que conducía Rubén Joel Da Silva (41). “Subimos cerca de Santiago del Estero y San Lorenzo. Las tres nos ubicamos atrás, yo en el medio, Flavia del lado derecho y Marisol del izquierdo. El auto agarró Colón. A las pocas cuadras, vi al coche ese, que venía por Catamarca, y el remisero, al notar que se nos venía encima, aceleró. Si no lo hacía, iba a pegar en el centro del taxi”, narró.
“Igual alcanzó a pegarnos. Dio en la cola del taxi y por unos instantes todo empezó a dar vueltas. Yo lo único que quería era que parara y dejara de hacer ese ruido”, evocó.
Cuando el Palio, chapa AA408YE, terminó de girar, quedó en posición invertida. El auto que lo había chocado era un El Mercedes-Benz rojo, chapa DES 796, al mando de Jorge Assaodur Abrazian (21). “Salimos por la parte de atrás, donde los vidrios terminaron destrozados. Una vez afuera vi a mis amigas llorando y el taxista decía ‘no sé cómo no se murieron’. Él estaba lastimado en un brazo, nosotras golpeadas”, precisó.
“Enseguida llegaron policías y agentes de Tránsito de la Municipalidad, que cortaron las calles. El chico del otro auto se acercó y preguntó cómo estábamos. Lo vi poco, porque me mareé y esperé acostada que llegara la ambulancia. A los 10 o 15 minutos nos llevaron al hospital Madariaga, donde yo estuve hasta las 8. Nos atendieron bien, a mí me hicieron todos los estudios”, añadió.
Rosario tuvo que volver este lunes al centro de salud por los mareos. Le indicaron reposo. La chica no recuerda si al momento del impacto funcionaban los semáforos. Tampoco llegó a ver si Assaodur Abrazian estaba ebrio. “Pasa que estábamos muy shockeados todos los que íbamos en el taxi”, aclaró.
La joven volvió a nacer. Más de una vez repitió que si el impacto era en el centro del Palio, todo hubiera terminado en tragedia.

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